Analista político identifica cuatro crisis que anticiparon el estallido social en Chile 

El académico Mauricio Morales sostuvo que el estallido social de octubre fue causado por una combinación entre una crisis de participación, de representación, de confianza y de probidad

30 Enero 2020

Las crisis de participación ciudadana, de representación, de confianza en las instituciones y de probidad son claves para entender la actual coyuntura nacional, de acuerdo a un paper elaborado por el académico y director del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, Mauricio Morales.

A juicio del docente, la crisis de participación se evidencia desde la década del 90´ viéndose agudizada tras la instauración del voto voluntario en 2012. “Fue la peor decisión que pudo tomar la clase política respecto al régimen electoral en Chile. La participación retrocedió cerca de 15 puntos porcentuales en promedio, lo que implicó una mayor lejanía entre los votantes y los partidos políticos”, sostuvo Morales.

En ese sentido, el estudio asegura que bajo un régimen de voto obligatorio son los votantes quienes eligen a sus partidos, sin embargo bajo un régimen de voto voluntario son los partidos quienes eligen a sus votantes. “Implica no solo una distancia entre los votantes y las tiendas políticas, sino también la percepción de que es poco relevante aquello que se decide en las elecciones. Significó un retroceso significativo de la identificación con los partidos políticos, pasando de cerca de un 80% a inicio de los ’90, a menos de un 20% en las mediciones más actuales, a lo que se añade una evidente pérdida de confianza en instituciones claves de la democracia como el gobierno, Congreso y tribunales de justicia”, acotó.

Respecto a las crisis de confianza en instituciones, el experto indicó en que “se puede rastrear desde la década del 2000 en adelante. Afecta fundamentalmente a Carabineros de Chile y las iglesias, Católica y evangélicas. La primera dañada por los casos de abusos sexuales, la segunda por los casos de corrupción”. “Y como guinda para la torta, se gatilla en el país una crisis de probidad, que se ve reflejada en los sucesivos escándalos de corrupción que vincularon a políticos con empresarios en el marco del financiamiento irregular de campañas, sumándose casos de corrupción en Carabineros, Fuerzas Armadas, Gobierno, y casos de colusión empresarial en áreas sensibles como la alimentación y los medicamentos”, recalcó el director del Centro de Análisis Político de la UTalca.

En esa línea, el paper concluye que la combinación entre crisis de participación, crisis de representación, crisis de confianza y crisis de probidad, es lo que explica el estallido social de octubre de 2019 en Chile.  “Por cierto, no puedo dejar de mencionar que el gobierno activó esta crisis. No fueron pocas las instancias en que ministros del gabinete del Presidente Piñera realizaran declaraciones desafortunadas que profundizaron el malestar de los chilenos. Esto gatilló una serie de críticas por parte de todos los sectores políticos”, afirmó Morales.

“Comenzamos pensando que eran alienígenas los que habían atacado al país, después imaginamos que era una confabulación madurista-castrista-venezolana, luego pasamos a los narcos y a las barras bravas. Hoy llegamos a la conclusión de que no era ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario. La Justicia aún no ha dado con los responsables y el gobierno sigue dando palos de ciego. El gobierno no ha entendido que es una crisis estructural y que no es una crisis de coyuntura”, prosiguió.

“Lo que no ha hecho el Mandatario y es clave para destrabar el conflicto, es la generación de un gran pacto tributario en que se toque de manera ‘dolorosa’ al 1% más rico de Chile y a los empresarios más poderosos del país. De hecho, la Confederación  de la Producción y del Comercio (CPC) señaló que estaban dispuestos a pagar impuestos hasta que duela, y ahí La Moneda no tomó el guante y quedamos en ascuas. Lo que requiere para salir de la crisis es un sacrificio y la gente no percibe que el gobierno esté haciendo sacrificio alguno y que tampoco que los empresarios estén pagando por la paz social que necesitan para seguir realizando sus inversiones en el país”, concluyó.

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