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Estamos bien en el Campus Talca, en Febrero

Verdes prados, gratos parques y bellos jardines; espacios, pasillos y edificaciones, en pulcra limpieza. Todo, clave del atractivo indiscutible que posee nuestra Universidad, pero, esencialmente, fruto del esmero de mujeres y hombres.

Seres anónimos, pero cotidianos en el paisaje de la vida universitaria de nuestra Casa de Estudios, que cumplen funciones vitales para el desarrollo de las actividades académicas. De todos ellos, depende que el rostro amable y atractivo de la principal sede de nuestra Universidad se mantenga a diario.

“Somos la base para que la Universidad se vea como está. Si bien le corresponde a todos cuidarla y mantenerla limpia y atractiva, sin una buena administración el campus no sería lo que hoy es”, dice Verónica Díaz, encargada de Control de Calidad del Departamento de Administración de Campus.

LIMPIEZA Y MANTENCIÓN
Durante febrero, será justamente la Administración de Campus la encargada de que los distintos equipos trabajen para que el “rostro” del Campus Talca se mantenga en las mejores condiciones, en espera del regreso de la comunidad universitaria, en el inicio del año académico 2011.

Bajo la responsabilidad de esa unidad, trabajarán cerca de 120 funcionarios (internos y externos) en labores de aseo, mantención de praderas, parques y plantas interiores. A esas tareas se suman el remozamiento de fachadas e interiores de varias dependencias y la desratización que se aplica mensualmente.

“Se trabaja para mejorar la cara del Campus. La idea es recibir de la mejor manera posible a la comunidad universitaria cuando llegue el 28 de febrero”, explica Díaz.

TAREA DE TODOS
La mantención de la infraestructura y la limpieza de la principal Sede de nuestra Casa de Estudios es una tarea cotidiana que demanda un gran esfuerzo y el despliegue de recursos logísticos y humanos.

El objetivo es entregar a la comunidad un espacio en las mejores condiciones, capaces de facilitar al máximo la vida en el Campus.

“La universidad no tendría los parques que tiene, ni los prados ni la calidad de limpieza, de no ser por el trabajo que realizamos diariamente, señala la encargada de Control de Calidad de Administración de Campus.

Díaz hace hincapié en dos aspectos centrales de la tarea que les competen realizar para conseguir que el Campus mantenga su atractivo y condiciones de calidad: el rol de las mujeres y el tipo de trabajo.

“Un rol importante dentro de la Administración de Campus es el que realizan mujeres. Nosotras estamos ahí en terreno, supervisando y realizando trabajos tal cual los hombres. Este es un trabajo netamente de terreno y eso es bueno que se valore”, advierte.

Serán cuatro semanas de arduas labores. En marzo, cuando se inicie el año académico, el Campus ofrecerá la misma cara amable que posee, pero con mejoras y arreglos que permitirán iniciar las actividades en las condiciones necesarias.

Condiciones que para mantenerse en el tiempo requieren del trabajo de la administración de Campus y, especialmente, del compromiso de todos.

“Siempre hay cosas por mejorar, no es perfecto. Pero de eso se trata, de ir mejorando las cosas día a día. Hay muchos proyectos de administración de Campus y la idea es que la comunidad universitaria también se haga parte”, sostiene Díaz.