“Chile debe industrializar la fruta que no es exportada”

26 Marzo 2012

“Chile debe industrializar la producción de fruta que no es exportada e invertir en la tecnología necesaria para agregar mayor valor a esos productos”, sostuvo Reinhold Carle, investigador de nivel mundial del Instituto de Ciencias Alimentarias y Biotecnología de la Universidad de Hohenheim, Alemania, de visita en la Universidad de Talca.

“Este país es un gran productor de fruta, pero necesita la conversión en productos elaborados, y por eso quiero aportar con conocimiento para hacerlo (…). Falta en esta Universidad la espacialidad en tecnología de alimentos”, expresó el reconocido científico europeo, considerado en Alemania el principal investigador en esta área.
Estudió Biología, además de Química y Farmacia, y tiene a su haber cerca de 500 publicaciones y 12 patentes. Ahora se encuentra trabajando junto a investigadores del Centro de Pomáceas de la Facultad de Ciencias Agrarias de nuestra Corporación, en el Proyecto Fondef “Obtención de jugos naturales de manzana y extracto con elevado contenido antioxidante, a partir de la misma fruta”.

El objetivo “es asimilar la cantidad de antioxidantes de una manzana fresca al que se encuentra en un jugo elaborado, produciendo así un alimento funcional”, explicó el director del Centro de Pomáceas, José Antonio Yuri.
Agregó que la exportación de fruta fresca —con más de 3 mil millones de dólares anuales— es un significativo negocio de nuestro país, considerándolo un producto que requiere gran tecnología.

“El objetivo es aplicar más innovación a la fruta que queda en el país, conocida como descarte de la exportación, que es casi el 40% del total producido. Y de esta cantidad, sólo el 10% se consume en Chile. El restante 30% hay que procesarlo y darle más valor”, precisó el profesor Yuri.

El proyecto Fondef fue adjudicado en 2011 y la investigación tendrá una duración de tres años. El objetivo —dice el director del Centro de Pomáceas— es patentar o proteger la metodología que se obtendrá del trabajo, y la empresa que compre los resultados podrá aportar para que continúen las investigaciones.

SIN RESIDUOS

Reinhold Carle sostuvo que para optimizar el rendimiento en la producción de alimentos, también deben utilizarse los residuos del proceso.
“Hay siempre residuos y tienen aún valor. Mi especialidad es una explotación completa de la fruta y eso significa producción sostenible. Por ejemplo en manzanas se puede extraer pectina para gelificante, y de las semillas se pueden sacar lípidos y polifenoles, y todos ellos son componentes funcionales que se pueden añadir a productos alimentarios”, explicó el investigador alemán.

Carle estimó que en nuestro país aún falta desarrollar el mercado adecuado para una mayor tecnología.

“Entiendo que aquí la voluntad existe, pero el mercado no está dasarrollado y la tecnología no siempre está disponible. En Alemania importamos concentrados desde China de baja calidad y tengo la impresión que la calidad chilena sería superior”, manifestó.

ALIMENTOS Y SEQUÍA

Respecto a la falta de agua que hoy afecta la producción de alimentos, el profesor de la Universidad de Hohenheim, Alemania, recomendó aplicar mayor tecnología. “Hay que desarrollar mejores técnicas de riego, y minimizar las pérdidas por evaporación. Hay buenos ejemplos en Israel donde no hay agua, pero hay un técnica de riego muy desarrollada, y esos son los ejemplos que Chile debe seguir”, explicó.

TRASNGÉNICOS

Reinhold Carle aseguró que los alimentos transgénicos son inocuos para la salud humana y que los temores entre los consumidores son generados por una falta de información. “Siempre existe horror por los productos químicos, pero el ácido ascórbico por ejemplo es vitamina C (…) Se necesitan algunos aditivos para obtener un producto estable. En Alemania también hay bastante temor en los consumidores. Utilizamos muchas enzimas producidas por microorganismos. Es una preocupación emocional de los consumidores cuando se trata de un producto transgénico, pero para nosotros no constituye ningún riesgo al consumidor”, indicó.

El experto manifestó que el único riesgo existente en el uso de transgénicos recae en las propias plantaciones agrícolas y su rendimiento, que por ser vegetales “clonados”, son más susceptibles al ataque de plagas.

“En el campo puede resultar un riesgo porque una planta transgénica es un clon y no hay variedad, entonces es muy sensible a la infección de fitopatógenos, más sensible que las plantas convencionales. El verdadero riesgo es en el campo, perder toda la cosecha (…). Falta educar más a la gente y la emoción influye. Mala educación y el temor no son buenos profesores”, señaló.

POTENCIA AGROALIMENTARIA

Carle afirmó que si Chile aplica más tecnología e industrializa la producción de frutas y hortalizas, logrará transformarse en una potencia agroalimentaria. “Lo que falta es la valoración de los productos. Hay mucha producción, estoy muy impresionado por ella y la calidad, pero hay que desarrollar más en nuestro campo universitario con educación y tecnología”, dijo. Y recomendó que los productores agrícolas formen cooperativas para invertir recursos en las tecnologías de conversión.

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