María Olivia Mönckeberg: se requieren cambios urgentes

13 Mayo 2014

“He tratado de indagar en algo que consideraba que olía mal y que podría terminar mal”, dijo la periodista María Olivia Mönckeberg, Premio Nacional de Periodismo, en su conferencia “La batalla de la educación superior”, con la que inauguró el Año Académico de la UTalca y en la que analizó el panorama universitario en Chile con énfasis en el lucro de las instituciones privadas.

La profesional es profesora titular de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, donde ha ejercido las cátedras de periodismo de investigación, ética y tratamientos periodísticos. Actualmente es directora del Instituto Comunicación e Imagen de esa casa de estudios. En 2009 recibió el Premio Nacional de Periodismo, ha ejercido la profesión en diversos medios como las revistas Ercilla, Análisis, Hoy, el diario La Nación y la Radio Nacional.

Su trabajo en el área de periodismo de investigación ha desembocado en varios libros de los cuales es autora: Crimen bajo Estado de Sitio (1986), El saqueo de los grupos económicos al Estado de Chile (2001), El imperio del Opus Dei en Chile (2003), La privatización de las universidades, Una historia de dinero, poder e influencias (2005), El negocio de las universidades en Chile (2007), y Con fines de lucro (2013), entre otros.

En su exposición, Mönckeberg dijo sentir que “la situación de la educación superior en Chile es bastante caótica, salvo excepciones, como esta universidad”. Expresó que los orígenes del panorama actual se encuentran en el golpe de Estado de 1973, que marcó un quiebre en las universidades, a raíz de las reformas introducidas por la dictadura de acuerdo a un modelo ideológico y al neoliberal de Chicago.
Recordó que a fines del gobierno de Pinochet se crearon más de 20 universidades privadas, al tiempo que se ató el actual sistema educativo, el que ha permitido que la mayoría de las instituciones haya hecho grandes negocios aunque pertenezcan a corporaciones sin fines de lucro.

Agregó que varias están vinculadas a grupos económicos y políticos y algunas tienen también un fin ideológico, categoría en la que mencionó a la Universidad de Los Andes, del Opus Dei y la Universidad del Desarrollo.

“La sensación es que las universidades privadas llegaron para quedarse. El gran cambio de escenario se produce con el movimiento estudiantil que puso las cosas en su lugar. Cambios profundos que se plantearon aparecen hoy como una necesidad y, más que necesarios, son urgentes”, manifestó.

La autora de “Con fines de lucro” expuso algunos hechos como la crisis de la Universidad del Mar y el escándalo de la Comisión Nacional de Acreditación, el trabajo de la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados y la investigación del Ministerio Público, que afecta a 12 universidades privadas.

FUEGO CRUZADO

También se refirió a grupos y personas que están tras las instituciones investigadas, a quienes catalogó como los “guardianes del lucro”. Ellos representan, acotó, intereses económicos y políticos de distintos sectores y “todos han tomado posiciones en esta batalla”, en la que hay “fuego cruzado”.

Mostró cómo las universidades privadas hoy doblan en ingresos a las universidades públicas y cuentan con más del doble de alumnos y añadió que la Contraloría ha puesto una voz de alerta frente a lo que está pasando con el Crédito con Aval del Estado, que casi en un 50 por ciento se concentra en universidades que pertenecen a tres grupos.

Sólo el ocho por ciento recae en alumnos de universidades tradicionales.

“Estamos en un escenario muy complejo porque son muchas fuerzas e intereses en juego y se está tocando un modelo que se estaría derrumbando”, afirmó.

“Espero que en esta batalla haya espacio para debates y se le tome el peso a la situación. La gran reforma a la educación superior debe hacerse”, recalcó junto con aseverar que las universidades del Estado deben ser asumidas por éste para hacer educación, investigación y extensión de calidad”.

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