Abate Molina fue emplazado en frontis de Liceo homónimo

11 Abril 2012

A 26 meses del terremoto que la derribó, ya está instalada en su lugar definitivo escultura del Abate Molina, en cuyo proceso de restauración intervino la Universidad de Talca, con la entrega de asesoría para lograr la recuperación de la obra y el reconocimiento de su valor.

El monumento al primer sabio chileno se instaló en una plaza en el frontis del liceo, de acuerdo a un proyecto elaborado y gestionado por la Vicerrectoría de Reconstrucción de la Universidad de Talca.

La instalación de la obra restaurada generó un sentimiento de satisfacción en el académico Pedro Zamorano, del Instituto de Estudios Humanísticos “Abate Juan Ignacio Molina”, de la Universidad de Talca, quien apenas ocurrido el mega sismo se preocupó del estado en que quedaron diversas esculturas ubicadas en sitios públicos y luego orientó gestiones para efectuar los trabajos de restauración.

MISIÓN DE RESCATE

“Hemos cumplido con esta misión autoimpuesta”, expresó el docente e investigador, y agregó que en los próximos días, el director del Liceo “Abate Molina” presentará una propuesta de programa de entrega y recepción del monumento, sin descartar que ello pueda ocurrir con motivo del aniversario de Talca.

El profesor Zamorano recordó que en febrero último se logró reinstalar en la Plaza de Armas las cuatro esculturas de ese paseo que fue necesario restaurar, trabajos que estuvieron a cargo del escultor José Vicente Gajardo, con el apoyo financiero de los empresarios Guillermo García y Juan Francisco Barriga.

La restauración de la escultura del Abate Molina fue encargada al escultor Luis Montes, quien también asumió la tarea de recuperar el monumento de La Victoria, actualmente en ejecución. Según precisó el artista, actualmente trabaja en el proceso de modelado de una de las partes que resultó muy dañada. Además, se encontró con serios deterioros estructurales, que demandaron realizar un reforzamiento interior para el soporte del peso de la escultura. Explicó que producto de la caída, los brazos se torcieron y hubo partes robadas que ha tenido que forjar.

Montes observó que el trabajo en bronce es lento por lo cual la restauración tomará al menos dos meses más. Al mismo tiempo, destacó la importancia de recuperar obras del espacio público “que tienen una historia propia y son símbolos de instituciones, en este caso de la ciudad. Además es importante la obra en sí y un desafío profesional restaurarlas, buscando rescatar lo original para que no pierda su valor”.

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