Académica relató experiencia de educar a los hijos en casa

13 Diciembre 2010

Junto a otros tres expositores internacionales, la académica de la Vicerrectoría de Docencia de Pregrado, Andrea Precht, participó en el seminario “Educación sin escuela”, donde aportó sus conocimientos y experiencia sobre la decisión de sacar a los hijos del colegio para brindarles lo que ella denomina una “educación casera”.

¿Qué se debe hacer para educar en casa? “Lo primero es decidirse a sacar a los niños del colegio”, comentó Andrea Precht, también directora del Centro de Innovación y Calidad de la Docencia (CICAD), al referirse a la iniciativa familiar de prescindir de la escuela como sistema de formación.

“Es posible, porque la institucionalidad lo garantiza, basada en la libertad de enseñanza”, agregó.

Esta experiencia fue el motivo por el cual fue invitada a Colombia, celebrado entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre en el Instituto de Investigación en Educación, de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia.

Durante el encuentro se exploraron las posibilidades de procesos educativos sin escolarización, como parte de una tendencia mundial creciente de no enviar a los hijos a la escuela por motivos formativos, académicos y hasta políticos.

“Participaron desde personas que consideran que la escuela es un dispositivo de adoctrinamiento y normalización de la infancia, hasta quienes no están de acuerdo con su rendimiento, es decir, no cumplen lo que prometen”, detalló Precht.

Aunque en países de la OCDE, alrededor del dos por ciento de los niños se educa bajo esta modalidad, existen pocas investigaciones que midan los resultados de estos sistemas.

De acuerdo a lo planteado en el encuentro, los escasos seguimientos desarrollados en este tema muestran que estos niños en general puntúan bien en relaciones interpersonales y en comparación con niños de su misma edad y nivel socioeconómico, puntúan mejor.

“Esto ocurre incluso cuando se trata de niños educados en casa, que provienen de ambientes más vulnerables, al compararlos con sus pares de mejor situación económica.

La diferencia se repite, en general rinden mejor”, explicó la académica.

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