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Con gran interés fueron seguidas las intervenciones de los académicos de la Universidad de Talca que participaron en la jornada “Protagonistas 2030. Ideas de futuro” organizada por Encuentros El Mercurio.
El evento, que se realizó en dependencias del Parque Araucano en la Región Metropolitana, reunió a investigadores, empresarios, emprendedores, docentes, estudiantes de educación media y superior además de público general, que conocieron sobre la investigación de vanguardia y alto nivel que se está generando en el país.
Durante la jornada la UTALCA fue representada por el director del Centro Tecnológico de la Vid y el Vino (CTTV), Yerko Moreno, quien expuso sobre “Ciencia y Vino: innovaciones para Chile y el mundo”; y el director de la Escuela de Videojuegos y Realidad Virtual, Felipe Besoaín, con la ponencia “Videojuegos, realidad virtual y bioinformática: ingenierías del futuro”.
Sus exposiciones se enmarcaron en el programa de aniversario de la Corporación.
TECNOLOGÍA
Al comenzar su intervención, el profesor Besoaín destacó la oportunidad de poder compartir con los futuros protagonistas de nuestro país, cómo la UTALCA ha tenido una visión única respecto de las futuras tecnologías y aplicaciones que se van a requerir en el país y a nivel internacional.
A modo de ejemplo, recordó que el proyecto del genoma comenzó en el año 1990 y culminó en el 2003, mismo año en que nuestra Corporación tomó la decisión de abrir la carrera de Ingeniería en Bioinformática para formar capital humano avanzado que fuera capaz de procesar información de alto nivel.
“Un proyecto que se demoró más de 15 años en ser resuelto y costó más de cien mil millones de dólares, hoy en día nos permite secuenciar nuestro genoma por tres mil dólares y en una semana. Entonces la cantidad de datos y opciones que se están generando son tremendas y lo importante es que la Universidad lo supo leer hace más de 15 años y lo mismo está ocurriendo ahora con los videojuegos”, planteó.
Sobre esta última disciplina, Besoaín sostuvo que “innovar en el desarrollo de un producto tecnológico nos permite pasar a una nueva línea de exportar el conocimiento. Es nuestra propiedad intelectual con impacto global”.
“Más aún, para la Región del Maule, el desarrollo de estas disciplinas puede ser la oportunidad para no solo exportar productos frutícolas y agropecuarios, sino también pasar a exportar servicios tecnológicos y propiedad intelectual de alto alcance”, aseveró.
En este contexto, el académico señaló que ambos casos permiten representar el espíritu que caracteriza a la UTALCA.
“Habla de que somos una Universidad joven, que nos atrevemos a innovar, que creemos en las oportunidades que nos brinda el mundo global y que estamos fuertemente confiados en que podemos contribuir al desarrollo del país desde nuestra región y poder, desde la región, producir productos con impacto mundial”, aseveró.
INDUSTRIA VITIVINÍCOLA
En tanto, a través de numerosos ejemplos, el director del CTVV mostró cómo en la actualidad es necesaria la interacción de distintas disciplinas para el desarrollo de nuevas innovaciones.
El vino es marketing, economía, logística, ingeniería, química, microbiología, derecho, es todo. Es que es una cadena de valor donde participan muchos actores y donde se requiere formar equipos multidisciplinarios para resolver problemas”, expuso el académico.
En esa línea, observó que esta realidad no es exclusiva de esta industria, sino que es una tendencia que va a marcar el desarrollo futuro. “Las profesiones del futuro van a ser así, están desdibujándose los límites de las carreras y siento que la educación superior está atrasada en entenderlo”, reflexionó Yerko Moreno.
En ese sentido, el profesional mostró cómo la academia colabora en dar solución efectiva a problemas que no solo afectan a esta industria. “Esto mismo se puede replicar a las manzanas, el pisco, las cerezas, en todo hay desarrollo de tecnología y problemas que se deben resolver con base científica, con equipos multidisciplinarios”, añadió.
El investigador además valoró la oportunidad de ayudar a formar una cultura vitivinícola a través del trabajo realizado por el Centro.
“Parte de nuestro trabajo es acercar el vino a las personas. No sacamos nada con hacer investigación o desarrollo tecnológico si no somos capaces de hacer que los consumidores sepan y entiendan más del vino. Para un país vitivinícola como Chile es necesario porque así también se ayuda al consumo responsable y sano de un producto que, a mi juicio, es un alimento”, comentó.
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