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Un debate en torno a la reforma tributaria y educacional, se efectuó en la Facultad de Economía y Negocios (FEN), organizado por estudiantes utalinos del movimiento Crea. En la actividad participaron Marco Enríquez-Ominami, Felipe Kast, Sergio Aguiló y Jaime Bellolio, quienes discutieron sobre las bondades y aspectos negativos de las reformas que impulsa el actual gobierno.
Al respecto, el ex ministro Kast señaló que el tema de la reforma tributaria seguirá abierto incluso en las próximas elecciones, porque los candidatos querrán modificar los cambios que haga el actual gobierno. «La solución a los problemas no pasan por más Estado, en vivienda o educación; no sabemos dónde terminarán esos recursos (de la reforma tributaria). Serán ocho mil millones de dólares para la reforma educacional, pero no se ha entregado ni un solo detalle de lo que se hará. Todos queremos una sociedad más justa, pero cultivando el pensamiento crítico, sobre todo en las universidades».
As su turno, el diputado Sergio Aguiló, señaló que sería un acto «ingenuo creer que la UDI estaba a favor de la reforma tributaria, aunque se hiciera de manera progresiva. Los tres intentos de reforma tributaria han sido bloqueados por la derecha en el senado ¿Han explicado por qué una ley de sindicato, o de salario mínimo en 250 mil pesos, bajaría los empleos? Están contra cualquier regulación. La reforma tributaria es indispensable. En Europa del Norte tiene impuestos de 35 puntos sobre el PIB, destinan los impuestos a la educación y otras materias, y son países modelo».
Jaime Bellolio, respondió señalando que la derecha no bloquea la reforma tributaria, «fueron gobierno durante 20 años y tenían la mayoría en el parlamento, pero no quisieron hacer la reforma. Creo que sabían que produciría daños. Dijeron que sólo afectará a los poderosos, pero no es así. En el oficialismo, hay un culto a la personalidad de la Presidenta (Bachelet) pero no a una política con personalidad, tiene en común el programa de gobierno, pero nada más. Las pymes están afectadas, hay inflación; el salario mínimo debe tener el respaldo de una alta producción».
En su turno, Marco Enríquez destacó que «se extraña una derecha como la de países más modernos, que cree en el seguro social, por ejemplo. Efectivamente, en los gobiernos de la Concertación había senadores designados que impedían aprobar las reformas. Sobre que el ingreso debe ser igual la gasto para aprobar el salario mínimo, digo que el año pasado, se gastaron 200 millones de pesos en Cultura y dos mil millones de dólares en armas ¿Qué objeto tiene? No hablamos de dinero para la previsión de las FF.AA., o en capacitación para los uniformados, hablamos de tanques. Llamo a revisar el financiamiento a las FF.AA., hay que hacerlo, pero no a esos montos. No tiene sentido gastar 10 veces más en armas que en cultura: prefiero un país que gasta en cineastas, pintores, escultores, a uno que gasta en tanques y aviones».
