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El Consejo Académico de nuestra Universidad —en su reunión del martes 14 de julio— aprobó la pauta de evaluación de la calificación académica, instrumento que guiará dicho proceso, con miras a la excelencia mediante el perfeccionamiento continuo del trabajo en ese estamento.
Se trata de un instrumento explícito que ayudará a calificar la calidad, responsabilidad y productividad del desempeño en los últimos cuatro años, según la jerarquía de los profesores con contrato hasta edad de retiro. Sobre la generación de esta pauta, la vicerrectora Académica, Gilda Carrasco, recordó que el procedimiento se inició formalmente en 2012, con la constitución de una comisión ad-hoc, que fue nombrada por el Consejo, para revisar la normativa del proceso de calificación del cuerpo académico regular. Los resultados de dicha comisión fueron presentados y analizados en 2013.
Al año siguiente, la Comisión Institucional del Consejo trabajó en la confección de una rúbrica que consideró las dimensiones a evaluar, criterios de evaluación y conceptos asociados a desempeños “bueno”, “regular” y deficiente”. En el intertanto, el Consejo, las unidades académicas y la Asociación de Funcionarios Académicos contribuyeron al desarrollo y mejor focalización de este instrumento.
Protocolo
Sobre este hito, la vicerrectora Académica precisó que “la pauta incluye un protocolo que contiene criterios de evaluación en las dimensiones del quehacer universitario, comprometidas por el académico y autoevaluadas con su jefe superior”.
Respecto a la implementación de esta normativa, Gilda Carrasco precisó que “el proceso de calificación pendiente abarca las actividades realizadas en los últimos cuatro años. Pero previo a su realización, se llevará a cabo un taller de inducción con los miembros de la Comisión Superior y a los Comités de Calificación, de modo que existan criterios homogéneos en los procedimientos futuros”.
Una vez terminado el proceso de calificación, el Consejo realizará una evaluación de la pauta y los instrumentos empleados, “de acuerdo al compromiso de la Universidad con el mejoramiento continuo”.
Cada académico preparará un resumen ejecutivo de su actividad académica para el período evaluado.
Asociación de Académicos
Por su parte, la Asociación de Funcionarios Académicos dio a conocer una declaración en la que da cuenta del anhelo que significaba contar con una pauta de calificación, conforme a la normativa institucional. También se refirió al recorrido iniciado hace más de dos años como petición de dicha organización.
“El producto recientemente aprobado —que aún no conocemos en su versión oficial— y visto desde una mirada retrospectiva, es un gran avance”, señaló la directiva de la Asociación de Académicos, junto con sostener que la propuesta aprobada “es un instrumento perfectible”.
Asimismo, apreció las instancias de participación para que los académicos hicieran llegar sus observaciones, en los diferentes cuerpos colegiados.
“Finalmente, agradecemos la gestión y la buena disposición del rector, de la vicerrectora Académica, de la Comisión Especial, de la directora de Acreditación Institucional y de los miembros del Consejo Académico por asumir —como un desafío institucional— la elaboración de esta pauta que esperamos genere mayores niveles de confianza en los académicos y académicas que hayan cumplido con las tareas consignadas en su Compromiso de Desempeño”, expresó la directiva de la Asociación de Académicos.
