Arquitecto de la Utalca ganó premio de revista británica

9 Octubre 2013

Un orgullo se consideró en la Escuela de Arquitectura, el primer lugar del premio Global Architecture Graduate que obtuvo el egresado de la carrera Cristian Allende, con su obra de titulación “Parador del Aire”, único representante latinoamericano en la categoría pregrado.

Según informó el director de la Escuela, Eduardo Aguirre, el proyecto resultó seleccionado entre 500 postulantes, de los cuales 15 llegaron a la fase de finalistas de este premio que otorga la Architectural Review Magazine, del Reino Unido. “La revisión de los proyectos premiados y finalistas aparecerá publicada en el numero de octubre de la revista”, anunció el director.

“Parador del Aire” es un mirador diseñado y construido en el Valle de Colchagua, junto al río Tinguiririca, en la Región del Libertador Bernardo O’Higgins, y permitió a su autor obtener su título de arquitecto, con la guía del profesor Kenneth Gleiser.

La obra consiste en una plataforma de casi nueve metros de largo, construida en madera, acero y piedras del lugar. Se localiza en el sector La Rufina, en el kilómetro 30 de la ruta I-45 que lleva desde San Fernando a las Temas del Flaco y su construcción demoró alrededor de tres meses.

El parador captó de inmediato el interés de los visitantes, que desde él tienen una vista privilegiada del valle y del río Tinguiririca, desde el extremo de la plataforma que parece suspendido sobre el paisaje.

“Destaqué ese lugar porque es una ruta turística que se está armando recién y quería agregarle algo más. Es una conexión que hace San Fernando con las Termas del Flaco y que, posiblemente, el próximo año verá abrir el paso Las Damas que lo unirá con Argentina”, explicó el joven arquitecto formado en la Universidad de Talca.

“El proyecto propone ser el elemento que desconecte a los visitantes de lo cotidiano y que los vincule con la naturaleza. Se emplaza a la orilla del camino con un suelo que contiene asientos construidos con troncos de árboles propios del lugar”, describió Cristian Allende.

Uno de los miembros del jurado, Isabel Allen, comentó que la obra parece un objeto encontrado, “un fragmento de un largo puente o línea de ferrocarril olvidado. El resultado es extrañamente surrealista, una invitación a descansar, pero también a embarcarse en un viaje imaginario fuera y sobre el desfiladero”.

Para quienes examinaron las obras postuladas, éste es también un ejemplo de diseño frugal y eficiente, que aprovecha materiales del lugar y reciclados: “Es una simple plataforma de observación, pero logro mucho más”, y añaden que constituye una idea “hermosamente concebida y ejecutada con madurez”. Los elogios no se quedan aquí porque agregan que se trata de un testimonio significativo de lo que un graduado puede hacer en su entorno.

También se destaca la formación de los arquitectos de la Universidad de Talca, que aprenden construyendo.

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