Arquitecto utalino ganó reconocimiento por su proyecto de título

11 Agosto 2017

“Borde Soportante”, una estructura construida en un sector rural de la comuna de Retiro, por el ahora arquitecto José Luis Valladares, es uno de los proyectos de título seleccionados a nivel mundial en un concurso convocado por ArchDaily y Plataforma Arquitectura.

De cientos de trabajos enviados, finalmente quedaron 34 seleccionados de diversos continentes, uno de ellos el del joven profesional utalino, quien se tituló en 2016.

“Para mí este reconocimiento es una señal alentadora de que estoy haciendo las cosas bien, por ser una distinción que se aproxima a mi área favorita de la arquitectura más pura”, comentó Valladares.

“Borde Soportante” acoge algunas actividades rurales que en la orilla de un campo abierta. Funciona como espacio público para las doce familias que habitan en el sector. El autor del proyecto explicó que la obra se ubica en la zona de Melocotón, en el sector poniente de la comuna de Retiro, y nació como una respuesta “para solucionar los problemas y ciertas dicotomías que existen en la vida e infraestructura rural”.

PARA LA VIDA CÍVICA

“Todo esto por medio de la escala rural, una infraestructura que ahora alberga un programa para el desarrollo de actividades de la vida “cívica rural” como son las juntas de vecinos, paradero de autobuses y plataforma para la celebración de festividades”, relató.

José Luis conoce desde niño el lugar porque tenía familiares en la zona. “En ese sitio nos juntábamos en grupo para jugar. Hay muchos recuerdos familiares “, expresó.

El profesor de la Escuela de Arquitectura Kenneth Gleiser, quien destacó el reconocimiento obtenido por su ex alumno, analizó el trabajo de este e indicó que “la valoración del trabajo de José Luis tiene tres vertientes. Una de estas podría referirse a la calidad espacial que logra la propuesta y que tiene que ver con la operatividad de unas condiciones espaciales y estética que han sido manejadas por él de manera intransable”.

GESTIÓN DISCIPLINAR

Identificó una segunda línea con el reconocimiento a la capacidad de gestión disciplinar que Valladares tuvo que poner en aplicación, “para materializar la propuesta, en una localidad que le es familiar, pero no por eso menos difícil y complejo de trabajar”.

“Una tercera bajada puede referirse a los resultados de un trabajo colectivo, que hace finalmente reconocer una Escuela, una manera de ver y hacer dentro de la enseñanza de la disciplina”, destacó el docente.

El joven arquitecto, quien agradeció la guía del profesor Gleiser, se encuentra ejerciendo en un estudio en Talca, “en el cual desarrollamos arquitectura particular y pública” y se trabaja junto al cliente dentro de una perspectiva multidisciplinaria y rigurosa, según explicó. “Por otro lado, con un colega trabajamos como un pequeño estudio de arquitectura”, añadió, junto con manifestar que le gustaría seguir este camino y, a la vez, buscando el perfeccionamiento.

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