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Arquitectura entregó proyecto para construcción de viviendas en Putú

Como estaba estipulado, la Escuela de Arquitectura cumplió con el compromiso asumido por nuestra Universidad con la empresa Arauco, en relación al estudio y factibilidad para el diseño arquitectónico de una vivienda rural en madera que mejorara la calidad de vida de familias de sectores rurales. Ahora, el proceso continúa y está en manos de las autoridades del Estado que deben resolver sobre el acceso de estos grupos familiares al subsidio habitacional rural.

En coherencia con sus lineamientos estratégicos de vinculación con el medio, a mediados de 2017, la Universidad suscribió un compromiso con la mencionada empresa para desarrollar una iniciativa que beneficiaría a vecinos de Putú —comuna de Constitución— el que ya está entregado.

“El proyecto cumple con las expectativas de generar una arquitectura de mejor calidad especialmente en aspectos constructivos y técnicos, y creemos que eso redunda en beneficio de las comunidades que pueden optar a esta alternativa, en esta caso, de Putú”, precisó el profesor de la Escuela de Arquitectura, Germán Valenzuela, director del proyecto.

El estudio consideró la construcción de viviendas sociales de madera, con materiales de alta calidad y sobre un modelo arquitectónico y constructivo capaz de responder a los requerimientos técnicos y económicos, y de acuerdo a las particularidades climáticas, geográficas y sociales.

Tal como se había estimado inicialmente, el principal material incorporado fue un tipo de madera de alta calidad que no se utiliza en Chile y que Arauco exporta. Se consideraron casas de 60 metros cuadrados, 15 más que las viviendas sociales convencionales, con posibilidades de ampliación.

Germán Valenzuela explicó que la fase de construcción está sujeta a la política habitacional del Estado, a la cual los postulantes acceden a través de un puntaje de acuerdo a su condición socioeconómica. “El subsidio tiene muchas virtudes, pero también defectos porque no incentiva generar una arquitectura mejor, no valora que los proyectos tengan una mayor calidad arquitectónica y ambiental, y nosotros pensamos que este criterio también debiera considerarse y marcar una diferencia significativa respecto de otros subsidios”, enfatizó.

Debido a tales limitaciones, añadió que hubo otros dos proyectos de viviendas que postularon al mismo llamado a concurso y los integrantes de los respectivos grupos obtuvieron el subsidio por su puntaje de evaluación socioeconómica. En el caso del grupo de Putú, Valenzuela precisó que sus miembros son en su mayoría jefas de hogar que tienen un trabajo con el que sustentan la familia.

“De no prosperar la postulación de estos interesados, el grupo estaría obligado a reorganizarse integrando a otras personas de mayor vulnerabilidad para poder obtener más puntaje”, acotó el académico, quien al mismo tiempo lamentó que las decisiones en este ámbito se tomen en Santiago.

Por su parte, el jefe del Plan de Vivienda del Holding Arauco, Fernando Valenzuela, anunció que están a la espera de una audiencia con el secretario regional ministerial de Vivienda, Gonzalo Montero, para exponerle la situación y plantear los puntos de vista de los involucrados en el proyecto.

Araceli Godoy, encargada de la organización del conjunto al que pertenecen 60 familias, especificó que entre estas “hay algunas vulnerables y otras no tanto”, pero todas esperan adjudicarse el beneficio. “Hay definiciones que tienen que ver con el ámbito político administrativo y están preocupados, pero creemos que al final lo van a lograr”, expresó.