Avanza proyecto que fortalece innovación en ciencias a través de consorcio interuniversitario

Iniciativa en que participa la UTalca junto a otras cinco casas de estudio, obtuvo recursos para avanzar a una segunda fase en la cual se incorporarán nuevos desafíos como la formación de capital humano y la vinculación internacional.

25 Octubre 2020

La alianza interuniversitaria Consorcio Sur-Subantártica Ci 2030, la cual integra nuestra Universidad junto a otras cinco casas de estudio en el marco del proyecto “Ciencia para la Innovación 2030 de Corfo”, se adjudicó la implementación de una segunda fase del proyecto que busca desarrollar la formación de científicos en ciencias básicas.

En nuestra Corporación las unidades que participan activamente de la iniciativa son las Vicerrectorías de Innovación y Vicerrectoría Académica, Instituto de Matemáticas, Instituto de Química de Recursos Naturales, Instituto de Ciencias Biológicas, Escuela de Graduados, Carrera de Bioquímica, centros tecnológicos y programas de postgrado de la Facultad de Ciencias Agrarias.

En esta segunda etapa, el Consorcio donde participa la UTalca desde 2018 en conjunto con las universidades Austral de Chile, de Magallanes, de la Frontera, del Bío-Bío y Católica de la Santísima Concepción, desarrollará adaptaciones curriculares y nuevos programas e innovaciones metodológicas de enseñanza-aprendizaje para implementar procesos de formación en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés) con el objetivo de incentivar la creación de empresas de base científico-tecnológicas y aumentar el desarrollo de competencias de innovación en los estudiantes de programas de pregrado y postgrado.

El vicerrector de Innovación, Pablo Villalobos resaltó la importancia de esta iniciativa apoyada por Corfo debido a que “busca estrechar vínculos entre la investigación universitaria y la industria en nuestro país, así como fortalecer las capacidades de innovación y emprendimiento en los académicos y estudiantes. Por esta razón, el Consorcio tiene un importante desafío para esta segunda etapa del proyecto enfocado en generar una ciencia muy conectada con los requerimientos del entorno, donde además tengamos la capacidad de formar capital humano pertinente, pero también contar con una mirada de futuro que permita orientar la ciencia hacia los grandes problemas, sin descuidar la parte disciplinaria, y ser capaces de integrarnos a estructuras globales de investigación, de intercambio de capital humano y conocimiento”.

La adjudicación de la segunda etapa se logró tras una exitosa primera fase que finalizó con un diagnóstico y benchmarking internacional que estableció las brechas existentes en los modelos de educación de pre y posgrado. A partir de ello, se creó un Plan Estratégico por un periodo de tres años para implementar mejoras necesarias en los programas de estudio de ciencias básicas e incrementar la capacidad de investigación aplicada y desarrollo tecnológico de académicos y estudiantes.

Es importante destacar que la implementación de dicho Plan, elaborado por el Consorcio y apoyado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, contempla una serie de acciones relacionadas con la gestión del cambio, participación y liderazgo de mujeres en la comunidad académica; así como también promover la transformación cultural y de gobernanza interna de las universidades asociadas favoreciendo la relación con el sector productivo de los territorios y el alineamiento con los objetivos de las políticas públicas regionales.

Al respecto director ejecutivo del Consorcio desde la UTalca, Claudio Ramírez, comentó que “al final de la primera etapa, se pudo concluir que en todas las universidades existe una muy buena capacidad de investigación en ciencia básica, publicaciones, proyectos y profesores bien formados en investigación con buenas redes internacionales. Sin embargo, debemos capacitar a la comunidad académica en cuanto a innovación y transferencia, para que puedan aplicar estas competencias y transmitirlas a los estudiantes”.

El académico añadió que el diagnóstico realizado en esta primera fase “está asociado a un análisis de las mejores prácticas llevadas a cabo por universidades extranjeras, donde identificamos, por ejemplo, una estrecha relación con la industria a través de tesis de pre y postgrado, así como también instrumentos que incentivan la participación de académicos en investigación y desarrollo, lo que se traduce en una alta tasa de innovaciones y patentes”.

Acciones segunda etapa

Como parte de la segunda etapa, el académico Claudio Ramírez indicó que se creará un centro STEM interuniversitario, con aliados internacionales, con el objetivo de incorporar en las facultades e institutos el componente de formación hacia la innovación científica para así favorecer el desarrollo de iniciativas que resuelvan problemas de la sociedades y la industria, tales como: el cambio climático, seguridad alimentaria, desarrollo de la agroindustria, el agua y biodiversidad, integrando todas las ciencias.

Además, se incluirá en las mallas de los programas, módulos y cursos sobre innovación y ciencia aplicada para la búsqueda de problemas reales en la industria.

También se implementarán espacios de trabajo colaborativo que permitan interacción con otros programas estratégicos interinstitucionales como la Macrofacultad de Ingeniería.

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