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Avanza proyecto sobre uso de álamo con fines energéticos

Resultados alentadores respecto a la posibilidad de desarrollar con éxito plantaciones energéticas, muestran los avances parciales de un proyecto del Centro Tecnológico del Álamo (CTA), tendiente a un modelo silvícola para la obtención de energía, usando híbridos de ese recurso forestal.

La iniciativa, financiada por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef) y empresas privadas, se inició hace tres años, y su director responsable es el profesor Ricardo Baettig. Anteriormente el CTA concluyó otros tres proyectos en esa línea, liderados por su director, Francisco Zamudio.

Al respecto, el decano de la Facultad de Ciencias Forestales, Iván Chacón, de la que depende el CTA, destacó que en los últimos años se ha demostrado la nueva potencialidad del género Populus, al que pertenece el álamo, porque representa “una buena opción para aportar megawatts a la matriz energética nacional”.

Los avances parciales del último proyecto relacionado con el tema, se conocieron en un seminario, que se realizó en el auditorio “Humberto Becerra” de la Facultad de Ciencias Forestales, en el que expusieron el director del proyecto y el investigador Juan Bustamante, de la Universidad de Cuyo (UNCUYO), de Mendoza.

Ricardo Baettig precisó que hay empresas interesadas en los resultados de este proyecto sobre la producción de bio masa a través de árboles, para generar energía. “Hemos establecido alrededor de cuatro ensayos de plantaciones de álamos que están creciendo saludablemente y obteniendo rendimientos que no son espectaculares, pero podemos afirmar que es factible la producción o la instalación de futuras plantaciones con fines energéticos”, afirmó.

Los ensayos se ubican en la Estación Experimental Panguilemo, en las comunas de Maule y Pencahue y uno en la Región del Biobío.

El académico enfatizó que este tema tiene una importancia estratégica para el país, cuyo abastecimiento de energía proviene en un 60 o 70 por ciento del extranjero y además produce márgenes demasiado altos de emisiones de carbono. “Por lo tanto, cualquier intento de producir una energía renovable va a ser positivo, no solo por la huella de carbono del país completo, sino porque va a aumentar en alguna medida la independencia energética del país”, recalcó.

Además, aclaró que si bien se necesitan superficies significativas con ese fin, eso no implica reemplazar suelos dedicados a la agricultura, sino aprovechar nichos degradados o superficies con plantaciones tradicionales, de pino principalmente, que no tienen los rendimientos adecuados.