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Plan considera estaciones de trabajo, software y capacitación para atender necesidades especiales de usuarios con discapacidad.
2 Agosto 2019
Este semestre el Sistema de Bibliotecas de la Universidad espera transformarse en un servicio más inclusivo, asegurando la atención a todos sus usuarios, independiente si presentan alguna condición de discapacidad.
Con este objetivo se inició una serie de acciones para habilitar instalaciones especiales, colocar señalética en braille, incorporar tecnologías como softwares y catálogos que incluyan audiolibros, y la capacitación del personal en lengua de señas y otros conocimientos relacionados con el trato inclusivo.
“El Programa de Inclusión de Estudiantes con Discapacidad tiene como objetivo capacitar a todos los estamentos de la Universidad en el proceso de acompañamiento y atención en el acceso a la formación académica. En este contexto, la Biblioteca ocupa un lugar central como un recurso que atiende todas las necesidades de la institución. Es un espacio muy dinámico que invita a las y los estudiantes a la búsqueda del conocimiento”, señaló Viviana Estrada, coordinadora de la iniciativa.
Por su parte, Sandra Carrizo, directora del Sistema de Bibliotecas de la Corporación, explicó que “se ha generado una serie de acciones de inclusión que permiten dar mayor accesibilidad a todos nuestros usuarios en igualdad de condiciones generando distintas adecuaciones en infraestructura, mobiliario, señalética y servicios. Ello se traducirá en un apoyo efectivo y real para las personas con algún tipo de discapacidad”.
El Sistema comprende nueve bibliotecas, en los cinco campus de la Universidad, en los cuales se llevarán a cabo las adecuaciones. “Se construirán puntos inclusivos con dimensiones específicas para el uso de una persona en silla de ruedas. No solo se trata del acceso, sino que también en los puestos de trabajo se debe tener un computador con todo el hardware necesario”, indicó.
Carrizo agregó que “la infraestructura tecnológica incluye implementación de software inclusivo de apoyo para los usuarios con necesidades educativas especiales como JAWS, que es un lector de pantalla para personas con visión reducida. Aparte de eso, también se considera la adquisición de bases de datos que contengan audiolibros y se puedan escuchar en línea”.
Esta iniciativa es un esfuerzo conjunto entre el Sistema de Bibliotecas y el Programa de Inclusión de Educación Superior de la Universidad e incluye la capacitación del personal.
“La idea es que los funcionarios puedan prestar un mejor servicio a los usuarios en situación de discapacidad. Por eso, el programa de capacitación comprende el conocimiento de varios síndromes y un taller de un especialista en lengua de señas, además de formación referente a la discapacidad y el trato inclusivo incluyendo discapacidad física, visual y social”, concluyó Sandra Carrizo.
