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Capacitación en primeros auxilios psicológicos para estudiantes

Profesionales de la UTalca conocieron los distintos pasos para el abordaje de crisis y las redes de apoyo necesarias para la derivación de casos.

Profesionales del Programa de Acceso a la Educación Superior (PACE) y de la Unidad de Acompañamiento Estudiantil (CIMA) perteneciente a la Dirección de Ciclo de Vida Estudiantil (CIVE) de la Universidad de Talca, participaron en dos jornadas de capacitación con el objetivo de aprender herramientas de primeros auxilios psicológicos para el abordaje de estudiantes de educación media y universitaria.

La coordinadora ejecutiva del programa PACE de la UTalca, Yerca Benítez, aseguró que ante los nuevos escenarios que surgieron con la llegada de la pandemia y el retorno a la presencialidad, los/as profesionales plantearon la necesidad de tener mayores habilidades para abordar y enfrentar las situaciones que exponen los jóvenes, especialmente las relacionadas con la salud mental, para dar el mejor acompañamiento psicosocial y emocional.

El psicólogo clínico Rolando Torres, fue el encargado de impartir la capacitación. Durante su exposición confirmó el aumento de solicitudes de consulta por parte de los/as jóvenes asociadas a condiciones de ansiedad, depresión, manías e intentos suicidas relacionados a episodios de desadaptación generados por la pandemia.

“Una crisis es un estado de desorganización que sucede de forma inesperada, sobrepasa las capacidades habituales para enfrentar los problemas, generan estrés y la pérdida de la sensación de control”, detalló el psicólogo quien además explicó los pasos a aplicar primeros auxilios psicológicos.

“El primer paso es la escucha activa. Hablar ayuda a disminuir la actividad de las estructuras cerebrales, quien escucha debe planificar preguntas más enfocadas en cómo se siente la persona, evitar decir ´deberías´ ya que generaría sentimiento de invalidez, así como evitar la positividad tóxica”, explicó.

El segundo paso propuesto es el entrenamiento de la (B)entilación. Según el experto, se logra realizando ejercicios de respiración lenta que involucren diálogo, ejercicios de relajación y todo aquello que contribuya a disminuir los niveles cardiacos.

Otros de los puntos relevantes aportados por el experto en la capacitación son las redes de apoyo, definidos en primer grado: familiares y amigos, y en segundo grado: universidad o lugar de estudio que podrá ofrecer atención con un especialista en salud mental.

“No es tan sencillo como parece, las redes de apoyo pueden generar más problemas que soluciones. En el país no hay educación sobre la salud mental, las familias a veces no están preparadas para abordar una crisis de alguno de sus integrantes, se tienden a invalidar sentimientos y a disminuir la empatía para con la persona”, explicó.

Ante esta realidad, el experto subrayó en la capacitación que se debe trabajar en la psicoeducación.

“Debemos educar con respecto a que está bien no estar bien, que las crisis además de sentimientos generan cambios fisiológicos impulsados por las hormonas, que el estrés es un proceso de reacción ante una situación que fragiliza las emociones. Lo más importante, tal vez, es que las crisis nos motivan a redefinir nuestros proyectos de vida, a readaptarnos para dar continuidad y a actuar con resiliencia”, finalizó.