Centro de Inocuidad presentó solución para purificar agua de riego

13 Enero 2017

Descontaminar las aguas utilizadas para fines de regadío y contribuir a una producción inocua de hortalizas en la región, es el objetivo de los sistemas ecológicos que implementó el Centro de Inocuidad Alimentaria de nuestra Universidad, en las localidades de Lo Figueroa (Pencahue), Pelarco y Corralones (San Clemente).

Las soluciones, que tienen la ventaja de no contar con adición de productos químicos, estarán enfocadas a mejorar la calidad microbiológica de las aguas de riego de los predios agrícolas mediante un sistema de eco filtros que cumplen la función de un humedal natural.

El sistema utiliza materiales de bajo costo de construcción y mantención, tales como diferentes tipos de gravillas amigables con el medio ambiente y plantas acuáticas que, tras el efecto del sol y el proceso de fotosíntesis, permiten la depuración de las aguas de contaminantes, tales como sólidos suspendidos, materia orgánica, componentes químicos, microorganismos, entre otros.

PRODUCCIÓN INOCUA

“Nuestra intención es mejorar la calidad de las aguas en el marco de una producción inocua de los alimentos en el Maule”, señaló Ana Karina Peralta, directora del Centro de Inocuidad Alimentaria.

Precisó, además, que actualmente existe un desconocimiento generalizado por parte de los agricultores respecto a la calidad microbiológica del agua de riego utilizada en sus cultivos.

La profesional, experta en seguridad y salubridad alimentaria, recalcó que frente a los altos índices de contaminación de las aguas de riego, se hace vital generar un sistema de control o monitoreo periódico, además de la incorporación de tecnología o filtros que permitan mantener la calidad de las aguas de manera permanente, contribuyendo a disminuir el riesgo para los consumidores.

En esa perspectiva, recalcó que los humedades construidos son una alternativa de depuración natural, constituida por lagunas o canales poco profundos que son plantados con vegetales propios de las zonas húmedas. En este medio, los procesos de descontaminación tienen lugar mediante la circulación del agua y sus interacciones con el sustrato sólido, los microorganismos, la vegetación e incluso la fauna.

APORTE A LA REGIÓN

El sistema desarrollado se enmarca en el proyecto denominado “Transferencia, Asociatividad e Inocuidad Región del Maule”, que financia el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R), iniciativa que fue valorada por el intendente, Pablo Meza.

“Si logramos obtener una buena calidad de agua de riego, a bajo costo, de fácil implementación y con soluciones amigables para el medio ambiente, estaremos dando un paso significativo para continuar siendo competitivos en la producción de hortalizas, rubro que se concentra en manos de la pequeña agricultura que es un segmento prioritario para nuestro Gobierno”, manifestó Meza.

Destacó, además, que las acciones que se desarrollan en el proyecto buscan “potenciar el desarrollo económico de la región y, dado que el Maule es el corazón agrícola de Chile, hemos orientado gran parte de nuestros esfuerzos en ese sentido”.

Por su parte, el vicerrector de Innovación y Transferencia Tecnológica de nuestra Casa de Estudios, Gonzalo Herrera, expresó opiniones coincidentes en cuanto al propósito de contribuir a los productores agrícolas, “especialmente los más pequeños, para que produzcan alimentos sanos, sin riesgo para la salud de los consumidores, y esto puede lograrse utilizando tecnologías sencillas, accesibles a todos, pero de gran eficacia”.

El mencionado proyecto FIC-R que ejecuta el Centro de Inocuidad Alimentaria de la UTALCA se extiende hasta 2018. Según su directora el sistema implementado en Lo Figueroa es uno de 10 del mismo tipo, con carácter de piloto, y la actividad demostrativa es la primera desarrollada con proveedores de hortalizas.

Otras actividades del mismo proyecto están enfocadas en la inocuidad alimentaria a nivel industrial y a ese objetivo responde el curso que se dictó durante la semana pasada en el Campus Talca, que se denominó “Introducción a la microbiología de los alimentos en la industria”.

Esta instancia teórico – práctica estuvo dirigida a trabajadores del área agroindustrial de la Región del Maule.

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