Científicos analizaron generación de cultivos resistentes a la sequía

4 Septiembre 2015

La introducción de plantas tolerantes a estrés (sequía, salinidad, altas temperaturas) usando estrategias biotecnológicas fue el tema central del Simposio Internacional “Estrés abiótico en plantas. Avances y perspectivas para la agricultura”. La actividad fue organizada por nuestra Universidad a través de su Instituto de Ciencias Biológicas y se realizó en el auditorio principal de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, en el Campus Talca.

El evento —el 31 de agosto y 1 de septiembre— reunió a investigadores considerados autoridades internacionales en esta área científica: Eduardo Blumwald, de la Universidad de California, Davis (EE.UU.), experto en tolerancia a la salinidad y la sequía. Roberto Gaxiola, de la Universidad Estatal de Arizona, (EE.UU.), pionero en la generación de plantas resistentes a la salinidad. José Casaretto, de la Universidad de Guelph (Canadá). Raquel Chan, de la Universidad del Litoral (Argentina), quien produjo las primeras plantas de cebada tolerantes a la sequía. Y Tua-hua David Ho, de la Academia Sinica de Taiwán, uno de los principales miembros del Comité Internacional de Mejoramiento del Arroz.

También participó la profesora Elizabeth Bastías de la Universidad de Tarapacá; Gerardo Tapia del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Quilampu; María Teresa Pino de INIA, La Platina. Asimismo, Alejandro del Pozo, investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias de nuestra Corporación.

ALIMENTACIÓN DEL MAÑANA

El simposio fue inaugurado por la rectora (s) Gilda Carrasco, quien destacó la importancia del evento. En este sentido, Carrasco señaló que para el año 2040 se estima que en el mundo habrá más de 9 mil millones de habitantes. Esta población además de requerir alimentación, demandará habitación cerca de grandes urbes con altos estándares de bienestar, lo que significa que podría existir un detrimento de la superficie apta para la agricultura.

“Resulta urgente contar con cultivos más eficientes en el uso del agua, tolerantes a mayor salinidad en el suelo y agua, y que soporten o sean eficientes fotosintéticamente a temperaturas promedio más altas y muy bajas. Esto es esencial para asegurar la alimentación del mañana”, expresó la rectora (s).

El simposio se realizó como parte del proyecto Fondef “Plataforma biotecnológica para la generación de tolerancia a déficit hídrico en plantas de importancia agrícola”, dirigido por el académico Simón Ruiz, del Instituto de Ciencias Biológicas, quien fue el organizador del evento.

RESULTADOS CIENTÍFICOS

Los resultados finales de la iniciativa Fondef se presentaron en este congreso. El profesor Ruiz dijo que se identificaron genes asociados a la tolerancia a la sequía en la especie Solanum chilense, un tomate silvestre que crece en el desierto de Atacama —el más árido del mundo— donde existe hasta los tres mil metros de altura en condiciones hídricas adversas.

“Algunos de estos genes fueron introducidos en maíz”, señaló. “Aún no puedo decir cuáles son los genes porque estamos en pleno proceso de patentamiento”, precisó el científico.

APORTE MUNDIAL

A través de esta manipulación genética se ha logrado que el maíz alcance un rendimiento sobre 60% en condiciones de escasez de agua. Simón Ruiz enfatizó que el resultado podría permitir cultivar alimentos en zonas de sequía, como los secanos costeros. El descubrimiento también podría aplicarse en otros alimentos como el arroz, trigo, cebada, tomates, porotos, entre otros. “Esta es una muy buena noticia”, dijo Ruiz.

En la oportunidad, Eduardo Blumwald, investigador de la Universidad de California Davis, señaló que la iniciativa del profesor Ruiz contribuye a entender mejor los procesos celulares. “Muy interesante porque los resultados están demostrando un nuevo mecanismo para la adaptación de las plantas a la salinidad y la sequía. Y creo que es un aporte mundial”, dijo.

Afirmó que los esfuerzos de la comunidad científica internacional están dirigidos a aumentar la producción agrícola en hasta 40% y aseguró que el mejoramiento genético vegetal es una importante vía para lograr ese objetivo.

Respecto a su trabajo investigativo explicó que se analizan mecanismos de defensa de las plantas. Precisó que ante una sequía, éstas “botan” sus hojas para ahorrar agua y reducir el área de evapotranspiración, lo cual genera escasas semillas. “Queremos modificar eso, que la planta enfrente el estrés hídrico y que no bote las hojas porque si no, habrá menos fotosíntesis, nitrógeno y carbono. Y como consecuencia habrá bajas reservas para incrementar la producción de granos o frutos”, sostuvo.

En tanto, Raquel Chan, de la Universidad Nacional de Litoral, Argentina, dictó su conferencia sobre el regulador transcripcional con dominio “HD Zip”, capaz de activar o reprimir una serie de genes que permiten la adaptación a condiciones ambientales como la falta de agua. Se ha analizado en el girasol, pero también en maíz, trigo, soya y alfalfa.

Chan presentó la tecnología genética HB4 para nuevos cultivos, la cual ya cuenta con una patente.

“Es la tecnología más avanzada que va a salir al mercado este año con plantas tolerantes a sequía y con incremento de productividad en cualquier terreno.”, precisó.

El director del Instituto de Ciencias Biológicas, Enrique González, valoró el aporte internacional del simposio y dijo que el resultado del Fondef es un “hito” para la Universidad. “Lo que ha desarrollado este proyecto hace que nosotros como Institución y como Instituto de Ciencias Biológicas seamos un grupo reconocido a nivel internacional en el área de tolerancia y resistencia de plantas a condiciones de estrés, particularmente de sequía”, expresó.

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