Científicos examinaron cómo lograr un envejecimiento saludable

5 Noviembre 2015

El énfasis en la prevención desde la infancia para tener una mejor sobrevida en la edad avanzada fue el desafío planteado a la sociedad y al Estado durante las Terceras Jornadas Internacionales “Alimentación para un envejecimiento saludable” y el IV Simposio de Odontogeriatría. Ambas actividades académicas se realizaron en nuestra Universidad con la participación de reconocidos investigadores nacionales y extranjeros.

Durante dos días se efectuaron conferencias, simposios y mesas redondas, organizados por el Programa de Investigación de Excelencia Interdisciplinaria de Envejecimiento Saludable (PIEI-ES), iniciativa científica institucional que por tercer año se desarrolla en nuestra Casa de Estudios.

Sobre la dimensión del problema del envejecimiento, el director de Investigación de la Universidad y del PIEI-ES, Iván Palomo, aseguró que la población de mayor edad de Latinoamérica y en particular de Chile, está aumentando rápidamente en comparación a Europa.
“Este es un tema de estudio, de investigación y de políticas de prevención. Por ejemplo, de la fragilidad las personas pasan a la discapacidad. Envejecemos desde jóvenes y tener una mejor sobrevida durante la edad avanzada, implica hacer ejercicio, alimentarnos en forma sana y no fumar. Hay preocupación en las universidades, por parte de los investigadores que están abordando el problema, y también de los gobiernos”, dijo.

En ese sentido, Palomo enfatizó que el Estado debe otorgar los recursos necesarios para que tanto a nivel de las municipalidades, los servicios de salud y de las universidades, se incentiven mejor los hábitos saludables en las personas.

El propósito del PIEI-ES es llegar a ser un referente nacional y en ese sentido, se ha adjudicado algunos proyectos sobre el tema, y han aumentado las publicaciones científicas con afiliación a este programa interdisciplinario. “También hemos logrado un acercamiento con la comunidad, a través de actividades de difusión. Y estamos tomando contacto con autoridades relacionadas con el tema, como el Servicio Nacional del Adulto Mayor y Ministerio de Salud, lo que se traducirá en una contribución del programa a estas instancias”, señaló Palomo. Entre los participantes en jornada inaugural estuvo la seremi de Salud del Maule, Valeria Ortiz.

PREVENCIÓN TEMPRANA

Francisco García, jefe de la Unidad de Geriatría del Hospital de Toledo, España —y coordinador científico del estudio de Envejecimiento Saludable en esa ciudad europea— se refirió a la “Fragilidad, disfunción vascular y deterioro cognitivo”.

Señaló que en el año 2040, el 35 por ciento de la población de Toledo será mayor de 65 años. Precisó que el envejecimiento es una construcción teórica del ciclo de vida que tiene que ver con conductas saludables adquiridas desde la niñez. “Son decisiones que se toman antes y que pasan factura mucho después. El ejercicio físico si se hace desde la adolescencia incrementará la masa ósea y muscular. Y eso incidirá que al llegar a los 70 años, haya menos riesgos de fractura”, sostuvo a modo de ejemplo.

García agregó que algunos estudios han determinado que las personas que realizan actividad física tienen mejor salud cognitiva cuando llegan a los 70 años. Además, una alimentación adecuada, ausencia de tabaquismo y deportes en edades medias —de 30 a 50 años— permiten “evitar la enfermedad vascular que afecte al cerebro y que al llegar a más edad genere una demencia”.

Respecto a la fragilidad, sostuvo que es fácilmente reconocible cuando las personas mayores caminan lento, tienen menos fuerza y se fatigan fácilmente.

Judit Cubedo, del Centro de Investigación Cardiovascular de España, se refirió a la alimentación. Señaló que este es uno de los aspectos que pueden modificar favorablemente factores de riesgo en el sistema circulatorio.

En particular mencionó cómo la dieta mediterránea reduce las enfermedades de este tipo. Ésta, consiste principalmente en el consumo de productos vegetales, pan y cereales.

Observó que hay alimentos de consumo obligado en la dieta, como frutas, verduras, aceite de oliva. Además, mencionó bebidas fermentadas —vino y cerveza—, en dosis moderadas. “Estudios en animales indican que después de un infarto, su consumo puede favorecer la recuperación del corazón”, afirmó.

SALUD BUCAL

También el envejecimiento es preocupación de los investigadores en salud bucal. Al respecto, el académico de la Escuela de Odontología, Rodrigo Giacaman —responsable de la sub línea de Caries y Salud Oral del PIEI-ES— calificó de crítico este ámbito en los adultos mayores.

Uno de sus estudios evidenció que el 25 por ciento de personas entre 65 y 74 años no poseen dientes. Mientras el 75 por ciento restante tiene sólo nueve piezas dentales. El investigador comentó que esa situación es predictora de mala calidad de vida y el alto costo de rehabilitación es inabordable para el Estado.

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