Clase Magistral con prestigiosa maestra de violín

22 Julio 2011

Como intérprete y como maestra, Janna Lower despliega una enorme cantidad de energía en el escenario. Esta vez, en su quinto viaje a Chile, vino a demostrar su calidad y prestigio como profesora de violín. Y lo hizo con la realización de una Clase Magistral dirigida a alumnos de la Escuela de Música, integrantes de la Orquesta Juvenil de la Universidad de Talca, a quienes escuchó, corrigió y aconsejó, en forma personalizada.

Hace unos años, Lower asombró a la comunidad talquina con su talento y calidad interpretativa, en un concierto que ofreció junto al eximio chelista Mark Tanner. Esta vez, Lower vino al Encuentro Internacional de Violín, realizado la semana pasada en la Fundación de Orquestas, en Santiago. La cita incluyó, además, un programa de trabajo en nuestra Casa de Estudios.

“Es un verdadero privilegio tenerla aquí, y eso es posible por su contacto con la profesora Solange Navarrete (de la Escuela de Música), de quien fue su maestra en Estados Unidos”, comenta Américo Giusti, director de la Orquesta Juvenil.

Durante tres días el teatro “Abate Molina” de nuestra Universidad, fue el escenario para los sesiones dirigidas por Lower, en las que participaron preseleccionados del Concurso Nacional de Violín y alumnos de la especialidad. Integrantes de orquestas juveniles e infantiles de la región pudieron presenciar las audiciones.

“Un país magnífico”

Janna Lower es profesora de violín y jefa del Área de Cuerdas en la Universidad de Florida, en Estados Unidos. Comenzó alrededor de los seis años de edad a tocar violín. A los 15 años ya era alumna del prestigioso conservatorio de Julliard, de Nueva York. En la actualidad, es doctora en Artes Musicales de la Universidad de Michigan y alterna la enseñanza con sus presentaciones en recitales y conciertos.

La maestra confiesa que sus frecuentes visitas a Chile obedecen a varias razones: la primera es que Chile “es un país magnífico”. Su fuerte lazo con los profesores Solange Navarrete y Bosco Cárdenas se han extendido a la Universidad de Talca, cuyo proyecto de docencia musical le interesa.

“Estoy impresionada con lo que está pasando acá. Me siento orgullosa de ser parte de lo que se está haciendo. La creación de un programa de cuerdas y motivar a la juventud a estudiar un instrumento y estudiar música clásica es un proyecto interesante. Para mí es un honor, si puedo ayudar a ser parte de este proceso”, recalca.

Lower hace hincapié en los beneficios adicionales que trae consigo para los niños que estudian un instrumento musical. En especial, aquellos relacionados con la adquisición de disciplina, trabajo colaborativo y la noción del esfuerzo permanente.

“Estructurar en la mente el concepto de trabajar duro para tener recompensas. Eso tiene implicaciones después cuando adultos, porque no es que vayan a ser todos músicos, no tienen por qué serlo”, señala.

Sobre el trabajo que se realiza en la Universidad de Talca, dice apreciar la formación de profesionales de alto nivel que se encargarán de propagar la música, junto con enseñar. En ese sentido, afirma que ha notado un crecimiento en el nivel de interpretación de los alumnos y también un aumento en el número de estudiantes.

“Continúen con su pasión y compártanla con los jóvenes que quieren tocar como también con quienes no lo desean o no saben. Aquí hay una doble responsabilidad: enseñar y presentarse en público, crear audiencias para que a la gente le guste escuchar un violín, un instrumento”, expresa.

“Enseñar es más gratificante, pero también lo es tocar para alguien que nunca ha escuchado un instrumento y queda impresionado”, agrega.

La maestra mira, escucha

En su Clase Magistral, Janna Lower se sienta en una butaca, como alguien más del público, y desde allí sigue atentamente cada detalle importante de la interpretación del estudiante. Luego, se acerca, toma su violín, corrige y aconseja, una y otra vez.

“Cada alumno es diferente y en pocos minutos hay que hacer que toque mejor. No es una misma lección para todos. Mi trabajo es descubrir lo que cada uno puede aprender y que también le sirva a los demás que están observando. Se trata de que la clase sea beneficiosa para todos, no sólo para el alumno que está tocando en ese momento”, explica.

Nicolás Latín, alumno de tercer año de Interpretación Docencia Musical, tuvo la oportunidad participar en una clase con Janna Lower, quien tomó nota y comentó su interpretación de Havanaise, de Camile Saint Saëns. “Las indicaciones que ella nos da son muy valiosas para todos nosotros. Es también muy exigente. Ella ve nuestros progresos y nos ayuda. Creo que nos tiene cariño, porque ha venido varias veces”, subraya el estudiante.

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