Comunidad universitaria dio emotivo adiós a académico

2 Enero 2014

Consternación y dolor causó entre la comunidad universitaria el reciente deceso del académico y director del Instituto de Química de los Recursos Naturales, Luis Astudillo.

Su fallecimiento a los 53 años de edad ocurrió el domingo 29 de diciembre debido a un problema cardiaco, lo que sumió en la tristeza y la incredulidad a quienes fueron sus pares y compañeros de trabajo durante los 19 años que se desempeñó en nuestra Universidad. Su labor como director del Instituto de Química lo ejercía por segundo periodo desde 2009.

“Llegará un académico para el cargo que él desempeñaba, pero el puesto de amigo le pertenece a él”, enfatizó el docente Jorge Villaseñor, para explicar los fuertes lazos que unían al profesor Astudillo con sus colegas.

Casado con la académica Margarita Gutiérrez y padre de tres hijos, era profesor de Estado en Química, magíster en Ciencias Químicas de la U. de Chile y doctor en Ciencias Químicas de la U. de La Laguna, España. Profesor titular desde 2012, director del Laboratorio de Síntesis Orgánica. Fue destacado por su trabajo de investigación, de lo que da cuenta su participación como director responsable o como coinvestigador en siete proyectos Fondecyt —dos de éstos vigentes— y un proyecto Anillo de Ciencia y Tecnología con la U. de Chile, entre otros.

Luis Astudillo estaba dirigiendo cuatro tesis del Doctorado en Ciencias Aplicadas y siete del Doctorado en Ciencias Mención Investigación y Desarrollo de Productos Bioactivos. Sus publicaciones sobrepasaron las 40, realizó 22 presentaciones en congresos nacionales e internacionales y fue forjador de redes con investigadores de universidades chilenas y extranjeras. También era miembro de la Sociedad Chilena de Química.

El profesor Villaseñor recuerda que Luis Astudillo estaba contento porque recientemente había llegado nuevo equipamiento al Instituto. Se trata de una centrífuga de gases asociados a un detector de masa y un equipo de resonancia magnética nuclear, que potenciaría aún más el trabajo científico. “A él le interesaba que el Instituto fuera la unidad más productiva, y de hecho somos los que tenemos más publicaciones per cápita. Siempre nos estimulaba para presentar proyectos y estaba dispuesto a apoyarnos con recursos internos y él estaba levantando nuevos proyectos. Pero además siempre se preocupó de las relaciones humanas y que existiera un buen clima de trabajo. Muchas veces nos reunimos en su casa, todo el personal, para el 18 de septiembre o para celebrar el aniversario del Instituto. Nuestras relaciones traspasaron el ámbito de lo académico, de lo laboral. Somos como una familia, por eso su muerte ha sido un golpe, una sorpresa brutal”, reconoció Villaseñor.

El fallecido docente fue velado en el templo masónico de la calle 4 Sur de Talca y sus funerales se efectuaron en Santiago el 30 de diciembre. Un grupo de sus compañeros y amigos invitó a una misa en su memoria, que se realizó el viernes 3 de enero en la capilla Jesús Maestro de la capital maulina.

Al expresar sus condolencias a la familia y compañeros, el rector Álvaro Rojas manifestó que “su partida deja un vacío inconmensurable en nuestra comunidad. Su labor académica, de investigación y el profundo compromiso con la gestión universitaria caracterizaron a Luis durante su fructífera vida académica”.

También la presidenta de la Asociación de Funcionarios Académicos (AFAUTAL), Paulina Royo, hizo presente su “profunda tristeza” por el fallecimiento “de nuestro querido socio y colega”. En tanto, el profesor Roberto Pizarro le recordó como “un gran amigo y un gran académico”. Sostuvo que “solo queda agradecer a Dios y a la vida por haber tenido un amigo que nos brindó tantas alegrías, tanta amistad y tanta calidez en su relación con cada uno de nosotros”.

La académica Cecilia Barrios compartió el mismo pesar por el “inesperado suceso que nos hace recordar, una vez más, cuán frágil puede ser la vida y cuán importante es el tiempo del que disponemos día a día para compartir”. Resaltó también que el profesor Astudillo “era una persona jovial y solidaria, amante de su familia y siempre dispuesto a brindar su apoyo, por lo cual era muy grato hablar con él cada vez que nos encontrábamos”, dijo emocionada.

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