Consejo Académico aprobó política que resguarda y promueve el uso eficiente de la energía

En el documento la Universidad declara su compromiso con el uso eficiente de los recursos ante la amenaza que representa el calentamiento global. Además, adopta un conjunto de medidas para disminuir el impacto energético en sus instalaciones

14 Julio 2020

Con el objetivo de promover el uso eficiente de la energía en todas sus instalaciones y fomentar esa práctica con su comunidad, la Universidad de Talca a través de su Consejo Académico, aprobó la implementación de la Política Energética en la institución.

Dicho proyecto fue presentado por el Vicerrector de Gestión Económica y Administración, Carlos Torres, y posteriormente aprobado y promulgado por el órgano colegiado mediante Resolución Universitaria. Por tal sentido la implementación de esta política es inmediata.

La autoridad sostuvo que este hito tiene un impacto positivo por cuanto muestra a una institución pública comprometida por el ambiente y el cuidado de los recursos naturales. “Desde nuestras acciones y conocimiento podemos aportar a un entorno más armónico”, destacó.

La Política Energética es una declaración en que la Universidad, la primera en la región que adopta este compromiso, afirma estar consciente de las consecuencias ambientales y sociales del uso de sus recursos, y se compromete a adoptar iniciativas que sean un aporte a la lucha contra el calentamiento global. Por tanto, se impone como deber aplicar un conjunto de medidas para disminuir el impacto energético y educar a su comunidad sobre sustentabilidad.

Certificación

El Vicerrector Torres agregó que desde hace un año la Universidad está embarcada en este proceso que, además de fortalecer los criterios de sustentabilidad ambiental de la institución, busca la certificación de la norma ISO 50001 referente a la implementación de Sistemas de Gestión de Energía.

“Esta declaración pública a través de la Política antecede a dicho proceso de certificación, el cual se realizará en noviembre próximo cuando una agencia auditora avalará, si cumplimos o no, con las acciones establecidas en la norma”, precisó.

Por su parte, el director de Gestión y Desarrollo de Campus, Kenneth Gleiser, añadió que este proceso es muy importante “por cuanto nos permite entrar a un circuito de instituciones que no solo dicen que quieren ser sustentables, sino que, efectivamente, va a colaborar con acciones concretas y así gestionar de mejor manera la energía que consumimos en todos los campus”.

Compromiso

Con la implementación de esta Política la Universidad se compromete a hacer uso eficiente de la energía en las instalaciones de campus Talca, Curicó, Linares y Casa Central; implantar tecnologías y manejar las existentes a fin de obtener un consumo eficiente; mejorar los hábitos de consumo en la comunidad universitaria; adquirir productos y servicios eficientes; incorporar criterios de eficiencia en el diseño, construcción y remodelación de instalaciones; entre otras medidas.

Asimismo, velará por el cumplimiento de la legislación vigente, así como cualquier otro compromiso voluntario suscrito en materia energética; introducirá en los programas de formación el desarrollo de competencias relacionadas con la energía, su gestión y uso eficiente; y promocionará la investigación y transferencia tecnológica en materias relacionadas a la energía.

En una segunda etapa de implementación de la política, se espera abordar el cumplimiento de las medidas en los campus Santiago y Colchagua.

Gleiser, indicó que este conjunto de acciones será acompañado de una campaña informativa dirigida a mostrar los avances registrados por la Institución y concientizar sobre el ahorro energético.

“Más allá de los mecanismos que podamos implementar, siempre hay un factor humano que no es menor, que es la economía que podemos producir las personas. Por ejemplo, apagar las luces cuando se retiran de su oficina o mantener los equipos apagados cuando no se usan”, graficó.

Acciones realizadas

Si bien la Política Energética fue oficialmente aprobada la semana pasada, el tema no es nuevo para la Universidad que en los últimos cinco años ha trabajado fuertemente para reducir el impacto ambiental en todos sus campus.

Ejemplo de ello es la sustitución de luminarias convencionales por otras con tecnología LED de bajo consumo energético, así como la instalación de sensores de movimiento en sectores de menor tránsito dentro de las instalaciones para así iluminar cuando solo se requiera.

Además, los equipos de aire acondicionado que se han adquirido últimamente cuentan con una tecnología denominada “inverter”, la cual permite ahorros de energía cercanos al 40% en comparación con equipos que no poseen este sistema, mientras que las últimas edificaciones que se han construido en la Universidad cuentan con sistemas de aislación térmica.

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