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Con una participación transversal, equivalente al compromiso de la Institución con la sustentabilidad, se realizó una jornada de capacitación sobre el sistema de medición para reportes en ese ámbito, de acuerdo a los principios e indicadores de la Global Reporting Initiative (GRI), cuya metodología está implementando nuestra Universidad para la elaboración del Reporte de Sostenibilidad 2012.
GRI es una organización no gubernamental basada en una red global, no persigue lucro y tiene como objetivo impulsar la elaboración de ese tipo de informes en toda clase de organizaciones.
Fue fundada por CERES —Estándares de Certificación Ambiental— y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) en 1997, en Estados Unidos. La ONG aporta un completo marco para la elaboración de memorias de sostenibilidad, en el cual incluye los principios e indicadores que las organizaciones pueden utilizar para medir y dar a conocer su desempeño económico, ambiental y social. Esta estructura, ampliamente utilizada a nivel global, permite impulsar una mayor transparencia.
En el mundo, elaboran reportes de sustentabilidad 4.950 instituciones y organizaciones, de las cuales 85 son chilenas y sólo el 4 por ciento de ellas son universidades, de acuerdo al registro de GRI. Relatores de la consultora Pricewaterhouse, filial Chile, dictaron el taller, con el cual se buscó dejar instaladas las capacidades que permitan desarrollar el trabajo posterior de diseño de la cuenta de sostenibilidad. Los especialistas apoyarán también las etapas siguientes del proceso.
Amplia participación
En la actividad mencionada participaron vicerrectores, decanos, directores de unidades, docentes y profesionales de la Universidad. Durante los dos días de la jornada, que se desarrolló en el auditorio del edificio de Responsabilidad Social Universitaria (RSU), se abordó la forma de distinguir los impactos que se generan sobre la economía, el medioambiente y la sociedad y sobre las estrategias para gestionar dichos efectos y repercusiones.
Al respecto, el director de RSU, Rodrigo Ramírez, expresó que la preocupación en torno a este tema “implica un seguimiento al desempeño organizacional para detectar las áreas de mejora, y que se pueda ofrecer a los grupos de interés la información derivada de este seguimiento, plasmado en una relación oportuna, sincera y transparente”.
Por su parte, el director de Planificación, Pablo Villalobos, destacó que introducirse en el nuevo sistema de medición permitirá “desarrollar un informe sobre el impacto que genera nuestra Universidad en la comunidad”, de acuerdo a la transparencia que acompaña el quehacer institucional.
En ese sentido, Rodrigo Ramírez expresó que “nos hemos involucrado voluntariamente en la cultura del reporte, de dar cuenta de lo que hacemos, en un contexto donde la sociedad exige a las instituciones que sean transparentes en su quehacer. Además, queremos internalizar en la corporación que el modelo RSU de nuestra Universidad implica la sostenibilidad, haciéndonos cargo desde la docencia y formación; gestión financiera y organizacional; la transferencia e innovación social del conocimiento, y la participación y vinculación con el medio”.
Plan estratégico
La decisión de la Universidad de elaborar reportes de sustentabilidad es coherente con el plan estratégico institucional, uno de cuyos focos plantea “contribuir al desarrollo de la zona de influencia, tanto hacia su interior como hacia el entorno centro sur del país, en áreas que mejoren las condiciones de vida de las personas”.
Entre los indicadores comprometidos para dar cuenta de esta declaración se encuentran los índices de responsabilidad social, proyectos con medición de impacto y reportes de sostenibilidad, según manifestó Villalobos.
Por su parte Ramírez enfatizó que el modelo RSU de la Corporación no sólo implica la participación y vinculación con las comunidades externas, sino que se ejerce desde la gestión de la organización misma. En esa perspectiva aborda los más diversos aspectos como “la relación responsable con los estudiantes, docentes, ex alumnos, funcionarios, investigadores, proveedores, autoridades, entre otros grupos de interés”.
“Además implica abordar el manejo responsable en su desempeño económico, eficiencia energética, transporte, consumo de agua, manejo de sus emisiones, reciclaje y aportes a la biodiversidad. Asimismo, parte sustancial de la responsabilidad social son también las prácticas laborales, ética en el trabajo, derechos humanos, desempeño social, responsabilidad sobre productos y servicios”, destacó.
Este modelo con que se asume la responsabilidad social permite identificar las áreas susceptibles de mejora de la gestión general, aumenta el incentivo de los miembros de la Corporación, fomenta la innovación y la generación de mejores y oportunas soluciones, mejora la reputación y aumenta la fidelidad de los distintos públicos y el respeto de la comunidad.
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