Corporación reportó positivo balance financiero durante el ejercicio 2020

Las proyecciones del Plan de Ahorro institucional se cumplieron a cabalidad y ello permitió compensar los menores ingresos y mayores gastos que enfrentó la Institución en 2020 a causa de la pandemia. Para 2021 año se mantendrá la misma estrategia con el fin de garantizar las cifras azules.

31 Mayo 2021

Los menores ingresos y los mayores gastos que presentó la Universidad de Talca en 2020 producto de la crisis sanitaria, fueron compensados por el Plan de Austeridad que implementó nuestra Casa de Estudios para mantener su solvencia financiera, según informó el vicerrector de Gestión Económica y Administración, Carlos Torres, quien dio cuenta de estos resultados ante los máximos órganos colegiados, el Consejo Académico y la Junta Directiva.

“Para el 2020 tuvimos menores ingresos por $3.790 millones y mayores gastos emergentes a causa de la pandemia por COVID-19 de $1.220 millones. Sin embargo, con el Plan de Austeridad logramos compensar este monto con un ahorro operacional de $2.785 millones y con el desplazamiento del Plan de Inversiones del orden de $2.290 millones, es decir, obtuvimos una pequeña ganancia en el ejercicio 2020”, explicó.

Por tal sentido, la autoridad indicó que para el 2021 el desarrollo del Plan será la misma. “En este año proyectamos menores ingresos por el orden de $5.070 millones y mayores gastos de $650 millones. Y por tanto tenemos considerado ahorrar $3.900 millones en costos operacionales y desplazar el programa de inversiones de $1.770 millones de pesos para cubrir este déficit”, añadió.

Al reflexionar sobre la ejecución del Plan y su efectividad, la autoridad expresó que estos resultados dan cuenta de la solvencia institucional y la capacidad de reacción ante problemas financieros. “Esto viene a ratificar que las medidas que se tomaron en su momento fueron oportunas y estuvieron acordes a las proyecciones que teníamos en 2020”.

Cabe recordar que la Junta Directiva instruyó la implementación del Plan de Ahorro 2020 – 2022, lo que significó una serie de resguardos económicos con el objetivo de mantener la senda de períodos con superávit y favorecer el progresivo desarrollo de la Casa de Estudios.

Contener gastos e inversiones

Si bien la Universidad ha enfrentado tiempos complejos -al igual que todas las instituciones públicas y privadas- por el estallido social y las consecuencias de la crisis sanitaria, hay un contexto estructural en el sistema de educación superior que preocupa particularmente a las casas de estudios estatales: El estancamiento en las matrículas a nivel nacional y el limitado ajuste a los aranceles de referencia.

Por otra parte, considerando que para 2021 el panorama económico mundial no es muy distinto al año anterior, la Corporación mantendrá la misma estrategia de ahorro que aplicó el año anterior, sin desatender las inversiones que sean requeridas para la seguridad sanitaria y necesidades de funcionarios, académicos y en especial de los estudiantes.

Al respecto, el vicerrector Torres llamó a “no bajar la guardia, porque la situación coyuntural de la pandemia está acompañada de un contexto estructural que es más preocupante. Eso nos invita a contener el gasto y las inversiones a futuro, así como tener una mejor planificación de crecimiento. Por otro lado tenemos que fomentar actividades que generen valor para enfrentar la realidad presentada por la matrículas y la disminución de los aranceles de referencia”.

No obstante, remarcó que el año 2020 significó un periodo de aprendizaje en la gestión institucional y administrativa de la Universidad, “por lo cual este 2021 se nos permite tener mayor certidumbre y certezas sobre el horizonte a futuro”.

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