Costo de muertes prematuras por calidad del aire alcanza los 4.100 millones de dólares anuales

1 Junio 2018

El equivalente a un 6% del presupuesto anual de Chile se pierde por muertes prematuras a causa de la mala calidad del aire urbano. Así lo detectaron investigadores de la Universidad de Talca que desarrollan un Proyecto FIC- Regional para promover la sustitución de calefacción con leña, principal causante de la contaminación, por la adopción de energías renovables como el pellet.

Según el informe Breathelife de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Chile ocurren alrededor de 6.500 muertes prematuras al año, principalmente en adultos mayores, por el material particulado en el aire urbano. Además existe otra investigación de la ONG norteamericana HEI, que refiere alrededor de 4.900 muertes por año, pero se entiende como proyección, ya que el número de personas fallecidas depende del efecto acumulativo de años expuestos al aire contaminado.

Al igual que otros investigadores del medioambiente, Ricardo Baettig, académico de la Facultad de Ciencias Forestales de Universidad de Talca, indica que la mejor manera de provocar reducciones significativas en la contaminación atmosférica invernal es la sustitución de la leña por pellets.

“Si bien la leña es el combustible más económico, en realidad no lo es tanto cuando se evalúan en detalle sus características. Por ejemplo, a precios de abril de 2018 en la región del Maule la leña tenía un costo energético de 34 $/kWh y los pellets en algunos casos bajaban hasta 40 $/kWh. Pese a que en precio por unidad de masa los pellets son el doble de caros que la leña comprada por metro cúbico, su poder calórico y eficiencia en calefactores, hace comprable ambos elementos”, indicó el académico.

Germán Lobos, coinvestigador del proyecto, además explicó que “si tomamos la cifra de la OMS de 6.500 muertes prematuras al año por causa del material particulado en el aire urbano, el costo social para Chile significaría un valor entre 2.600 y 4.100 millones de dólares, como límite inferior y superior, respectivamente. Para calcular dicho costo social se consideró el valor de la vida estadística por riesgo de enfermedad cardiorrespiratoria futura, reportado por el Ministerio de Desarrollo Social, el cual fluctúa entre 398 y 633 mil dólares por persona. Además, hay que considerar que en estas estimaciones no se han incluido las pérdidas económicas en que incurre el país como consecuencia de perdidas productivas por admisiones hospitalarias, ausentismo laboral, días de actividad restringida, entre otros efectos”.

Sustitución de la leña

Actualmente, todos los programas de recambio en Chile sustituyen entre 36% y el 58% de las estufas a leña en un plazo de 10 años. Este es un costo alto proveniente de fondos regionales pero muy rentables en términos sanitarios y productivos para el país.

El profesor Baettig, quien además es director del proyecto FIC-R “Innovación en biocombustibles sólidos densificados de origen agrícola para consumidores domiciliarios urbanos e industriales”, destacó que es imperioso mejorar la calidad del aire urbano y “la mejor forma son los programas de recambio de estufas a leña por pellet. Es muy rentable en términos económicos si tomamos en cuenta cuáles son las pérdidas de salud y de muertes”.

Por su parte, el académico de la Facultad de Economía y Negocios, Germán Lobos, indica que el estudio arroja que la generación de un recambio completo de estufas a pellets en una ciudad del tamaño y características de Talca, produciría una reducción anual de 187 muertes prematuras en el año 2025. Asimismo, el impacto económico favorable estaría entre 223 y 354 millones de dólares, mientras que el costo total de implementación de esta propuesta alcanzaría aproximadamente 76 millones de dólares. Es decir, una relación de beneficios sobre los costos entre 2,9 y 4,7 veces.

Las propiedades del pellet lo convierten en el combustible más conveniente porque es renovable y no es de origen fósil y se produce a nivel nacional, por ende no se deben pagar importaciones y genera mayor productividad en las economías locales.

Nuevas tecnologías

Según Lobos, este año se produjo un aumento del 6% en el precio promedio de los pellets respecto al año 2017. Considera que esta cifra es alta, debido al aumento de la demanda. Además, cualquier merma en la producción de madera disminuye la disponibilidad de materia prima para su elaboración.

“No solamente se pueden fabricar pellet de residuos de la industria de la madera, sino que existen y se están desarrollando nuevas tecnologías para la fabricación de este biocombustible con residuos agrícolas, como rastrojos de maíz, cáscaras de avellanas, paja de trigo, o de desechos agroindustriales. El uso inocuo de residuos agrícolas presenta desafíos que estamos enfrentando con base a un proyecto FIC-R con aportes del gobierno regional del Maule”, señaló el investigador.

“Nosotros estamos trabajando bajo el concepto que el aumento de demanda por pellets, a causa de los planes de recambio y las adquisiciones particulares de estufas de este tipo, generarán un aumento constante de su precio. Para mitigar este incremento creemos que es posible poner en circulación una proporción creciente del potencial de biomasas no madereras que se generan en la agricultura”, finalizó.

En la región del Maule se genera un millón y medio de toneladas anuales de residuos agrícolas eventualmente pelletizables y la producción actual de pellets madereros en todo Chile ha sobrepasado las 100.000 toneladas anuales. El proyecto se centra en dilucidar tratamientos y formas de acopio y producción para hacer que esta biomasa se combustione de forma eficiente sin generar problemas en las estufas.

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