Crean fórmula para valorizar el arbolado urbano

13 Marzo 2015

¿Los árboles ubicados en la calle tienen precio? Esa fue la interrogante que sirvió como punto de partida para la investigación “Valoración del arbolado urbano. Propuesta de una fórmula para Chile Central”. Se trata de un proyecto Fondecyt desarrollado por los académicos de la Facultad de Ciencias Forestales de nuestra Universidad, Mauricio Ponce, como investigador principal, y Óscar Vallejos, como coinvestigador.

“El árbol urbano no tiene precio de mercado, salvo los recién plantados, los cuáles son fácilmente reemplazables, porque alguien puede ir a un vivero, lo compra y lo planta; pero aquel árbol de 40 años o más ¿qué precio tiene? Esta es la pregunta central que direccionó la investigación”, explicó el profesor Ponce.

Lo anterior representa un problema, por ejemplo, para los municipios que carecen de un sistema que les permita valorizar los daños que sufren algunos ejemplares producto de accidentes o actos de vandalismo, entre otras causas.

“Con el propósito de recuperar esta pérdida se han desarrollado ordenanzas municipales que identifican mecanismos para resarcirla: cuando alguien derriba un poste del alumbrado debe pagar su reposición, lo mismo debe ocurrir con un árbol, pero aquí surge la pregunta ¿qué valor tiene ese árbol?, en especial cuando no hay viveros que puedan proveer uno de similares condiciones”, detalló.

Agregó que lo anterior es necesario no sólo desde el punto de vista material, sino también por el significado que la pérdida de cada ejemplar representa para la comunidad. “Cuando por alguna razón se daña o corta un árbol, el municipio y todos nosotros perdemos parte de nuestro patrimonio urbano, en definitiva nos hacemos más pobres”, planteó.

El resultado de este proyecto dio como fruto la fórmula que los académicos enseñaron a representantes de diversos gobiernos comunales durante un seminario realizado en el Campus Santiago, evento sobre el cual Ponce destacó que “esta es la primera vez que se propone una fórmula nacional desarrollada específicamente para su aplicación en el Chile central”.

En este sentido, el profesor Vallejos explicó que si bien algunos municipios aplican fórmulas internacionales para realizar tales cálculos, éstas carecen de visión territorial.

“Hay dos que son las más utilizadas, pero también existen otras que incorporan variables que dan como resultado valores excesivos o muy por debajo de lo razonable; en cambio esta propuesta está diseñada con criterios que son acordes a nuestra realidad”, precisó.

El académico explicó que lo anterior se logró tras estudiar una treintena de árboles ubicados en zonas urbanas de las comunas de Santiago, Talca y Concepción. “Se trazó un recorrido en cada una de ellas, identificando y seleccionando árboles que presentaran diferentes estados de desarrollo, tanto en dimensiones, estado sanitario y ubicación, preferentemente”, sostuvo Vallejos.

La fórmula

La fórmula incluye entre sus factores el tamaño del árbol (altura y diámetro de la copa), especie, edad y estado de salud del ejemplar, ubicación (los que están en plazas, parques y avenidas tienen un factor más alto), características de floración y fragancia, y su aporte a la biodiversidad (disminución del ruido, del material particulado y gases con efecto invernadero, mejoramiento de la humedad ambiental y reducción de rayos ultravioleta), entre otros.

A cada uno de estos factores se les da un valor (de cero a tres). Luego, en base al precio de la UTM (Unidad Tributaria Mensual) del momento, se aplica la fórmula y se obtiene como resultado el monto que se debe pagar por ese árbol.

Aporte

“Obtuvimos un valor mínimo en torno a los 17 mil pesos, un valor promedio de 350 mil pesos y uno máximo, en árboles patrimoniales, de cerca de cuatro millones y medio de pesos”, indicó Ponce.

A modo de ejemplo, el docente señaló que entre los árboles que fueron analizados durante el estudio, el de mayor valor fue un ejemplar de la especie Ginkgo biloba, ubicado en la Plaza de Armas de Talca “Su valor es de $2 millones 348 mil pesos”, según la fórmula, dijo.

Los representantes de diversos municipios de las regiones Metropolitana y de O’Higgins recibieron con entusiasmo el estudio y expresaron su disposición para comenzar a implementarla a la brevedad posible.

“Es un excelente aporte porque en la evaluación del patrimonio vegetal de las comunas hay bastante disparidad, llegándose a cobrar valores muy distintos para un mismo evento. Esto es una primera señal, y muy potente, para normalizar y hacer más justa la evaluación porque normaliza una situación que no está regulada”, opinó Luis González, profesional del área de arbolado urbano de la Municipalidad de Vitacura.

En tanto, la encargada de Parques y Jardines de la Municipalidad de Rancagua, Ana Martínez, destacó que los investigadores llenaron un importante vacío que existía en este ámbito.

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