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Crean laboratorio biotecnológico que potencia la industria alimentaria

Se trata de un espacio innovador que busca mejorar las características de ciertos alimentos a través de la bioinformática y el trabajo en laboratorios tradicionales.

Mejorar características como el sabor o la textura de ciertos alimentos es parte de las actividades que realiza “Protech Lab”, un laboratorio biotecnológico que implementó un equipo de académicos, profesionales y estudiantes en la Facultad de Ingeniería de nuestra Universidad, quienes participan del proyecto “Transferencia de servicios biotecnológicos de diseño y producción de enzimas”, financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional del Maule.

La iniciativa busca potenciar el área de la biotecnología en Chile, con un espacio ubicado en la región del Maule, y que desarrolle diversos usos de enzimas o proteínas para la industria agroalimentaria.

En Chile el uso de enzimas en la industria de alimentos es incipiente. “Actualmente con las tecnologías existentes logramos conocer los procesos que realizan estos microorganismos usando la bioquímica, la biología molecular y la ingeniería genética. Por ejemplo, podemos manipularlos para que sean más eficientes o realicen procesos que normalmente no hacen”, comentó el director del proyecto y académico de la Escuela de Ingeniería Civil en Bioinformática, Mauricio Arenas.

Es así como Protech Lab está utilizando las enzimas para que realicen, catalicen o generen una reacción química en ciertos procesos de aplicación industrial, combinando el laboratorio tradicional que se conoce como “laboratorio húmedo” con técnicas de bioinformática.

“Utilizando herramientas bioinformáticas tratamos de identificar enzimas nuevas que puedan tener aplicación en la industria agroalimentaria”, precisó Arenas.

En este sentido, el equipo de académicos ha trabajado en conjunto con profesionales de la empresa PF.

“La idea es mejorar algunos de los productos, aportando a su calidad y características organolépticas, que se refiere a los aspectos que son percibidos por los consumidores como la textura y el sabor”, indicó. Otro foco de la investigación que se realiza es la disminución de los ácidos grasos.

“Con la bioinformática hacemos un análisis de las enzimas que se podrían utilizar, luego de eso pasamos a la fase de laboratorio, probando aquellas que definimos como posibles candidatas que podrían servir para este proceso industrial”, explicó el académico.

Aporte

El científico agregó que uno de los puntos altos para el desarrollo de este proyecto es que la Escuela de Ingeniería Civil en Bioinformática fue la primera de su tipo en Latinoamérica, lo que les otorga una amplia experiencia y conocimiento en el área, además de la formación de capital humano especializado.

El académico explicó además que su ubicación en la región del Maule es estratégica, ya que ésta es un área con un alto desarrollo en la industria agroalimentaria.

“Queremos aportar al desarrollo tecnológico del país y de la región, transfiriendo tecnología y generando productos que tengan un valor agregado”, señaló.

¿Qué son las enzimas?

El académico  explicó que las enzimas podrían ser consideradas unas “maquinas biológicas” existentes en todos los organismos. “Cumplen diversas funciones, pudiendo algunas de ellas ser utilizadas en aplicaciones industriales, lo que se desarrolla a través de la biotecnología”, añadió.

En la vida cotidiana tenemos ejemplos de estos procesos biotecnológicos, como son la fermentación usada en la fabricación de vinos y cervezas, técnicas biotecnológicas usadas por miles de años.