Decano de Ciencias Forestales resaltó labor de brigadistas

22 Enero 2015

En Chile hay una alta eficacia en el control de los incendios forestales, no obstante que los recursos técnicos disponibles siempre son menores que los de países desarrollados, opinó el decano de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Talca, Iván Chacón, quien hace unos años fue director regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf).

En forma comparativa con la temporada anterior, precisó que la cantidad de siniestros (hacia finales de enero) y la superficie afectada han sido menores este año, aunque de todas maneras el daño es alto. Respecto a los factores que inciden en el origen de los incendios forestales, indicó que los favorecen las altas temperaturas, los combustibles -pasto seco- y el viento, a lo que se suman las dificultades del terreno como las quebradas profundas y grandes desniveles que ayudan a la propagación y complica el trabajo de las brigadas terrestres. “Es muy peligroso llegar a esos lugares, no se puede combatir de noche por el riesgo que implica para los combatientes. Está todo en contra para la labor de control”, observó.

Chacón destacó la buena coordinación que se ha logrado entre las brigadas de Conaf y Bomberos y también la Oficina de Emergencia del Ministerio del Interior, y la concurrencia de personal del Ejército cuando es necesario, además de Carabineros.

Una diferencia con los países desarrollados es la disponibilidad de un mayor número de elementos como aviones, e indicó que aún cuando en Chile los recursos han aumentado notablemente, nunca van a ser suficientes para enfrentar una situación límite como la ocurrida en la región en la última semana de enero. Por eso recalcó que son de gran ayuda “los arriendos cruzados de aviones” entre Argentina y Chile y entre nuestro país y España.

DAÑOS

Por otra parte, explicó que los daños que se generan son directos e indirectos. Entre los primeros, identificó las vidas humanas y las viviendas, animales, cultivos e instalaciones como cables y postes eléctricos y telefónicos, además del costo para el Estado, las empresas privadas y los lugareños para combatir el fuego.

“Luego vienen los daños indirectos, los ambientales, que no se ven de inmediato, pero sí a largo plazo y es una pérdida que puede tomar centenares de años en recuperarse”, dijo. Al suelo que se pierde en forma inmediata, agregó la erosión que se produce después al quedar al suelo al descubierto y, además, la destrucción de la fauna silvestre y de toda la vida asociada al bosque. Por otro lado, está el daño atmosférico porque “los incendios incorporan gases de efecto invernadero”.

RECUPERACIÓN

El decano de Ciencias Forestales de la UTALCA, afirmó que el tiempo de recuperación depende de la profundidad del daño cuando es ocasionado por incendios subterráneos que queman todo el suelo de origen vegetal hasta llegar a la roca.

Al mismo tiempo, comentó que la temporada de incendios, que hace 30 años podía durar tres o cuatro meses, ahora se extiende hasta ocho, producto de la sequía prolongada que se observa en los últimos años desde la Región de Coquimbo al sur y de temperaturas medias al parecer más altas.

El académico destacó el trabajo de los combatientes, que están contratados para lidiar contra los incendios forestales y son profesionales especializados. “Me gustaría ver brigadistas contratados todo el año y con una remuneración razonable. Su trabajo debe ser recompensado porque es muy riesgoso e implica grandes sacrificios”, aseveró.

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