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Destacan resiliencia y adaptabilidad de docentes durante la pandemia

A pesar de las dificultades en los trayectos formativos de los estudiantes y la disminución de contenidos que estableció como obligatorios el currículum nacional, subrayan que la pandemia también dejó algunos aspectos positivos para el sistema educacional chileno.

No todo ha sido negativo durante este tiempo de pandemia en el ámbito educativo, de acuerdo a lo señalado por el director (S) del Instituto de Investigación de Desarrollo Educacional (IIDE) de la Universidad de Talca, Nibaldo Benavides. El especialista aseguró al término del año escolar chileno que la pandemia del COVID tuvo también algunos aspectos positivos a destacar, y que deben ser considerados a la hora de las evaluaciones pedagógicas del 2021.

Entre estos se encuentran la resiliencia y adaptabilidad de los docentes. “Los/as profesores/as se mostraron disponibles al cambio y a incorporar habilidades que no formaban parte de sus prácticas cotidianas. Y esto, a pesar del estrés y la ansiedad que el proceso les generó, ya que muchos de ellos/as no sabían cómo ocupar las plataformas digitales de comunicación. Cualquier innovación forzada produce altos grados de estrés”, explicó el académico, quien además forma a estudiantes de pedagogía de nuestra Universidad.

A esto se sumó el aumento del prestigio social de la carrera docente que se encontraba alicaído producto del debate por la educación de calidad y las manifestaciones sociales de los últimos años. “La familia chilena se dio cuenta del rol central que cumple el docente, no solo para educar a sus hijos, sino también para contenerlos emocionalmente”, relevó.

Otro aspecto positivo, según el profesor, se observó en la mayor autonomía y disciplina que desarrollaron la mayoría de los estudiantes chilenos. “El aprendizaje ya no dependía en muchos casos de un adulto presencial, sino de su propia motivación por aprender y concentrarse frente de la pantalla”, comentó Benavides.

“Conocimos casos admirables, de hogares muy humildes, donde niños muy pequeños de educación básica se quedaban solos porque los papás salían a trabajar afuera, y ellos con total seriedad y responsabilidad, prendían su computador y asistían a clases online en los horarios establecidos”, ejemplificó el experto.

En materia institucional, recayó una responsabilidad sobre las Facultades de Educación, que se dieron cuenta de la necesidad de incorporar talleres de enseñanza remota y teleeducación.

“Las Escuelas de Educación deben actualizar sus perfiles de egreso, y que los nuevos profesores salgan utilizando metodologías de enseñanza que incorporen el uso de la tecnología, para que sepan cómo hacer clases online. Hacemos un llamado a estas Facultades a dar ese salto tecnológico, porque la enseñanza y el aprendizaje actualmente no se concibe sin el uso de las tecnologías”, aseguró.

Por último, Benavides realzó el rol del Estado en materia educativa. “Debe promover e incentivar la formación inicial docente de calidad, con un trayecto formativo que incluya las competencias tecnológicas adecuadas”, finalizó.