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La especialista en derecho civil, Carolina Riveros, sostuvo que los avances en estas áreas se basan en cambios sociales, que luego deben ser plasmados en políticas públicas.
14 Diciembre 2020Que la educación sea un factor vital para avanzar hacia la inclusión, interculturalidad y equidad, plantea la académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Carolina Riveros, quien señala que durante estos últimos años en el país se observan varios cambios sociales que apuntan en esta materia.
“La mejora fundamental está en la educación de los niños y jóvenes, que ellos entiendan la importancia de estos temas y así podamos ser capaces de administrar en nuestra sociedad una mirada más plural y diversa, tolerante y empática, que vaya de la mano con políticas públicas adecuadas”, afirmó. Agregó que estos cambios requieren de tiempo y por ello, lo más importante es que la sociedad avance en “aceptar y ser tolerantes en cuanto a las diferencias”.
De esta forma las regulaciones que se generen deben ser una consecuencia de este cambio social que se observa en Chile, lo que permite tener una regulación o un marco más definido en relación a la interacción de los sujetos.
Cambios sociales
Un ejemplo de ello es la posibilidad de cambio de nombre de las personas, de acuerdo a su identidad de género, una modificación legal donde se observa un compromiso estatal que apuntó a dar una respuesta a un cambio social que se observó en los últimos años en el país. En esta misma línea la inclusión laboral o hasta la Ley Zamudio, se presentan como una consecuencia de estos cambios, de acuerdo a la profesora.
En este sentido, Riveros señaló que hoy existen varios ámbitos en los que se deben avanzar, como son en temas relacionados a los migrantes, etnias, discapacidad y hasta en temas de mujeres, donde aún se ven diferencias a nivel salarial, de mercados laborales y culturales.
“Lo principal es entender al otro y ponerse en su lugar, el concepto de equidad es muy relevante no podemos pensar en ciertos niveles de equidad, sino se comprende y acepta la situación del otro”, precisó.
Considerando los próximos meses que vivirá el país, en la creación de una nueva Carta Fundamental, la especialista en derecho civil, sostuvo que estos espacios son importantes. “Hay algunas temáticas que pudiesen al menos ser discutidas en los procesos que vienen, ya que incluso la sola discusión nos hace conscientes, además se debe considerar que hay algunas constituciones en el mundo que han incorporado el reconocimiento de pueblos originarios y sin lugar a dudas eso puede ser algo significativo”, indicó.
Estudio
La académica participa en la Red de Inclusión, Interculturalidad y Equidad del Consorcio de Universidades del Estado de Chile (Cuech), quienes realizaron un completo estudio sobre “Clima de Diversidad e Inclusión en Universidades Estatales, Barreras y Facilitadores”, que da cuenta de los avances que se observan en siete planteles educativos nacionales en relación a este tema.
El estudio tuvo como objetivo principal conocer la percepción del clima y el compromiso institucional respecto a la diversidad, interculturalidad e inclusión, así como describir la valoración en estos ámbitos, indagando los facilitadores y barreras para avanzar en el clima de inclusión. Además de proponer algunas medidas y prácticas inclusivas que favorecieran dicho clima.
La investigación fue un ejercicio retrospectivo de carácter cualitativo y cuantitativo, donde se elaboró una encuesta para las comunidades internas, incluyendo estudiantes, funcionarios y académicos. “Notamos que estos grupos distintos tienen respuestas similares a las preguntas planteadas, tanto respecto al clima como el compromiso institucional”.
Un aspecto interesante, de acuerdo a la profesora, fue la identificación de grupos que conforman la Universidad, como personas con discapacidad, migrantes, de pueblos originarios o con diversas identidades de género, todas ellas incluidas en el estudio. Junto con ellos se consideró el análisis de algunos grupos vulnerables. “Los resultados nos presentan desafíos desde el punto de vista de las Universidades, que también podemos generalizar a la sociedad, en torno a gestionar de una manera diferente las diferencias”, expresó Riveros.
La académica agregó que, “la riqueza de una sociedad está dada porque diversos grupos tengan la capacidad de ir complementándose y siendo dúctiles para aceptar estas modificaciones que se observan en el ámbito social, cultural, legal, económico, etc.”
Riveros añadió que, al igual que a nivel país, las Universidades deben seguir avanzando en estas temáticas y que se deben ver reflejadas en los nuevos estatutos que están trabajando al interior de los planteles estatales, en razón de las exigencias de la Ley de Universidades Estatales.
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