Investigación precisa origen de enfermedad que genera daños severos en la dentadura infantil

Académico de la UTalca integra equipo internacional que busca las causas del síndrome conocido como “dientes de tiza”, que afecta a uno de cada 5 menores en todo el mundo.

Autor: Francisco Zabaleta | 29 Diciembre 2021

Un equipo de facultativos integrado por investigadores de las universidades de Melbourne, Australia, y de Talca, realizó un descubrimiento que podría ayudar al tratamiento de la patología conocida como “dientes de tiza” (hipomineralización molar).

La dolencia, que afecta a uno de cada 5 niños y niñas en todo el mundo, se manifiesta a través de dientes con manchas amarillentas o más blancas que el resto del esmalte, molares muy porosos que suelen fracturarse al masticar, mayor sensibilidad dental ante el frío o el calor y caries severas del esmalte y/o dentina antes de cumplir los 10 años de edad.

“Las causas de cómo se originan estas particulares manchas en el esmalte siguen sin estar claras, a pesar de 100 años de investigación”, observó el director del Programa de Especialización en Odontopediatría de la Facultad de Ciencias de la Salud, Vidal Pérez, quien integra el grupo por parte de nuestra Casa de Estudios.

El investigador indicó que gracias al trabajo colaborativo con la U. de Melbourne y que fue publicado por la Revista “Frontiers in Physiology” (ver aquí), “se descubrió que las características clínicas de este esmalte tizoso se vinculan con la presencia de una proteína, llamada albúmina, que es la principal proteína de la sangre y líquido tisular, que bloquea y reduce la entrada de minerales en el esmalte en formación, debilitando su estructura en la zona donde se visualiza la mancha”.

El académico señaló que con este paso “se abre una nueva línea de investigación y comprensión de esta condición” y que permite entender la razón de los dientes de tiza como una condición principalmente adquirida y potencialmente prevenible.

“Esperamos que este avance finalmente conduzca a la prevención médica de la condición, lo que generará beneficios para la salud dental mundial, incluidas importantes reducciones en las caries de la población infantil”, proyectó.

Añadió que “si los dentistas identificamos esa lesión a edades tempranas y la tratamos adecuadamente, habremos contribuido significativamente a mejorar la calidad de vida de los niños y niñas afectadas”.

Vidal Pérez precisó que es importante que pacientes, familias, dentistas, académicos, investigadores y autoridades de gobierno, “comprendan que tal vez esa lesión o cavidad de caries que tiene un niño en su boca, no se produjo solamente por comer dulces o falta de higiene. En un porcentaje importante de los casos, el tejido dentario juega un rol determinante en el desarrollo y progresión de esta enfermedad, que requiere la comprensión de un complejo proceso molecular que ocurrió mucho antes de que los dientes aparecieran en la boca”.

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