Discuten valor de la genética en beneficio de la agricultura

14 Marzo 2011

¿Cómo lograr que el desarrollo de la ingeniería genética signifique un mayor beneficio para la agricultura? En torno a esa inquietud giró el curso de “Ingeniería Metabólica en Plantas”, organizado por el Programa de Doctorado en Ciencias, mención Ingeniería Genética Vegetal, del Instituto de Biología Vegetal y Biotecnología, realizado entre el 7 y el 11 de marzo.

El curso forma parte de un proyecto de investigación (Proyecto Tal 0601), financiado por el Programa Mecesup2, y estuvo a cargo de los académicos Albert Boronat, doctor del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Barcelona; y David Caparrós, doctor del Centre de Recerca en Agrigenómica, Consorcio CSIC-IRTA –UAB Barcelona.

“Nos hemos abocado a dar una visión general del campo, con el fin de mejorar los procesos industriales y del ámbito agrícola, para conseguir mejoras nutricionales y también en el afán de recuperar algunas características que algunos productos han perdido por diversas razones”, explicitó Albert Boronat.

La actividad se desarrolló durante toda la semana en la Facultad de Ciencias de Salud (Edificio ubicado al costado de Tecnología Médica) y contempló exposiciones y debates sobre la organización y regulación del metabolismo vegetal, enfocado hacia la generación de estrategias para la Ingeniería metabólica en plantas.

“Es una temática importante para nuestro programa, que se discutió toda la semana con estos dos investigadores españoles. Buena parte (de los asistentes) son estudiantes del doctorado en Ciencias, mención Ingeniería Genética Vegetal y también del Doctorado en Química, Desarrollo de Productos Naturales Bioactivos, del Instituto de Química”, detalló Alejandra Moya, académica del Instituto de Biología Vegetal y Biotecnología.

Entre otros temas, los participantes abordaron los enfoques para la producción de compuestos de interés industrial (aceites vegetales, almidón, fructanos), manipulación del proceso de maduración de frutos y manipulación de la pigmentación de flores.

“No es simplemente hacer cambios sin añadir valor a lo que hacemos. Nuestro interés en los grupos de trabajo es dotar a la industria agrícola de nuevas herramientas, que les permitan mejorar, tanto a nivel económico como medio ambiental. Que tengan mejor rendimiento y a la vez ser respetuosas con el medio ambiente”, reflexionó David Caparrós.

“También hay que pensar que la ingeniería genética es un paso más allá de la agricultura. Los hombres, desde que han vuelto sedentarios y han comenzado a cultivar, ya comienzan a aplicar la ingeniería, con modificaciones a los cultivos. Lo que hacemos es dar un paso adelante en la evolución de la agricultura”, agregó Caparrós.

Durante las tardes, en sesiones de seminario, los asistentes compartieron y discutieron parte de sus propios desarrollos científicos, bajo la supervisión de los profesores del curso.

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