Doctorado en Ciencias Biomédicas es un nuevo avance de la Universidad

26 Agosto 2016

Con la ambición de convertirse en un referente en la investigación médica en Chile y a nivel internacional, se inauguró oficialmente el Doctorado en Ciencias Biomédicas, el noveno programa de este tipo que forma parte de la oferta de postgrado de nuestra Universidad y que sustenta la creciente labor de investigación en esta Casa de Estudios.

El acto de inauguración de este doctorado, dependiente de la Facultad de Ciencias de la Salud, se realizó en el auditorio de la Escuela de Medicina, en presencia de autoridades académicas, investigadores y estudiantes. Como invitado especial asistió el profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Tufts de Massachussetts, Estados Unidos, Philip Hinds.

El decano de esta Facultad, Carlos Padilla, manifestó que este es un momento especial para la Universidad cuando se apronta a cumplir 35 años, con una trayectoria que, pese a su juventud, se ha traducido en un desarrollo en todas las áreas del conocimiento. “Hemos avanzado, tenemos nueve doctorados, 26 magísteres y cinco especialidades odontológicas, y una actividad de pregrado altamente relevante”, precisó.

Hacia la complejidad

Padilla destacó que el tránsito hacia la complejidad que plantea el Plan Estratégico 2020, implica entre otros aspectos, el incremento de publicaciones ISI y contar con al menos 10 doctorados. “Ya tenemos nueve doctorados y más de 300 publicaciones ISI”, dijo para señalar que la Institución está en la ruta para conseguir ese objetivo.

El decano se refirió también al papel de la Universidad de aportar recurso humano calificado para que el país se desarrolle y mejore la calidad de vida de los habitantes. A su juicio, existe una gran deuda en cuanto a la cantidad de recursos para investigación científica, la que se mantiene en apenas un 0,34 por ciento del PIB. “Esto obstruye el desarrollo y, no obstante los reclamos de los científicos, el mundo político no da la importancia necesaria a este asunto”, lamentó.

Asimismo, expresó un reconocimiento a todos los investigadores que fueron impulsores de la idea de impartir un doctorado en ciencias biomédicas y en especial recordó a Jaime Rodríguez, quien ya no está. También destacó el trabajo de los grupos de investigación involucrados en la iniciativa.

El director del nuevo doctorado, Rodrigo Moore, expresó el desafío de “guiar este programa a un lugar preponderante de la investigación biomédica nacional e internacional”.

“Nacimos en un año complejo, pero trabajaremos sin descanso para sacar adelante este proyecto. Somos un programa nuevo y necesitamos un impulso adicional, como el que tuvieron nuestros hermanos mayores al nacer”, recalcó.

Sobre tales necesidades, Moore planteó el requerimiento de cuatro becas, “tanto por igualdad” como por el alto interés que ha despertado esta alternativa de formación de alto estándar, puesto que ya hay más de 15 interesados de diversos países. “Nuestro compromiso con la autoridad y la sociedad es formar investigadores competentes, éticos y con capacidad de liderazgo”, afirmó.

El académico coincidió también con las opiniones del decano, en cuanto a que Chile necesita capital humano avanzado, “pero con oportunidades reales de inserción”.

Líneas de investigación

Respecto a las líneas de investigación del programa, precisó que una está enfocada en microbiología, liderada por Carlos Padilla y su grupo y, por otra parte, el profesor Rodrigo Giacaman, quien dirige el laboratorio de microbiología oral. En fisiología cardíaca trabaja el profesor Daniel González y otra línea es inmunología y hematología en la que participan los grupos de investigación del profesor Iván Palomo y del propio Rodrigo Moore, en biología vascular. Entre otros investigadores que forman parte del programa mencionó a Eduardo Fuentes —integrante del grupo Milenio de post docs— y Nelson Brown, quien trabaja en cáncer y Leandro Zúñiga, en estructura de canales iónicos.

“Estamos diseñando la apertura de una nueva línea de investigación, en neurociencia, la cual estará soportada principalmente por los trabajos de Valeska Gatica de la Escuela de Kinesiología, Mónica Carrasco y Juan Carlos Tapia del Departamento de Ciencias Básica y Biomédicas y, en la Escuela de Medicina, por los doctores María de la Luz Aylwin y Leandro Zúñiga”, relató.

Durante el acto, el profesor Hinds se refirió a los desafíos y oportunidades de los graduados de un programa de educación en biomedicina en la era de los macro datos y los recursos limitados.

Por otra parte, observó que un buen programa de doctorado en ciencias biomédicas debe procurar la apertura de oportunidades para que los graduados puedan asumir funciones que a veces no están relacionadas directamente con la investigación en su área, pero que les dan la posibilidad de transmitir sus conocimientos a la sociedad. Lo anterior conlleva el desarrollo de habilidades más allá del trabajo de laboratorio, concluyó.

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