El impacto socioeconómico en una región que envejece

22 Septiembre 2014

¿Sabe usted qué porcentaje de personas mayores de 60 años habita en el Maule? Según el último estudio realizado por el Centro de Estudios de Opinión Ciudadana (CEOC) de la Universidad de Talca, el 15,1% de los habitantes son adultos mayores en la región.

Se trata de 151 mil personas, de las cuales un 63% habita en zonas urbanas y el resto (37%) en localidades rurales. Además, las cifras indican que la mayoría son mujeres (55%) y uno de cada cuatro adultos mayores tiene más de 80 años de edad.

Los antecedentes aportados por este estudio -elaborado por el académico de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la UTalca, Germán Lobos- dan cuenta de una población que envejece aceleradamente debido a factores asociados a una mayor expectativa de vida. Ésta es de 83 años en Chile, constituyéndose en la más alta de Latinoamérica.

Otro antecedente que evidencia el avance del envejecimiento es que en el Maule existen 63 adultos mayores por cada cien niños y jóvenes menores de 15 años de edad. Sin embargo, los expertos proyectan que en la próxima década éste índice de envejecimiento llegará a 103 adultos mayores, más que en países como Argentina (92) o México (39).

“El acelerado envejecimiento chileno, y también a nivel de la Región del Maule, plantea una serie de interrogantes: ¿estamos preparados para enfrentar este nuevo escenario? ¿Estamos realmente interesados que los adultos mayores se sientan partícipes de la construcción social?”, afirma el profesor Germán Lobos, quien integra el Programa de Investigación Interdisciplinaria sobre Envejecimiento Saludable que impulsa la Universidad de Talca, junto a académicos de diferentes disciplinas.

EMPLEABILIDAD

“Efectivamente la población del Maule y del país en general está envejeciendo. Tenemos un alto porcentaje de personas que hoy tienen sobre 60 años, lo cual no solo tiene impactos desde el punto de vista económico, sino que también desde el punto de vista de la empleabilidad”, señaló la seremi de Economía del Maule, María Elena Villagrán.

“Hoy tenemos gente sobre 60 años que está jubilando y buscando un empleo para complementar la pensión que recibe, principalmente a través de emprendimientos individuales, o a través de trabajos en jornadas no completas”, agregó la autoridad regional.

Por su parte el profesor Lobos asegura que el envejecimiento “es un problema que involucra una tremenda cantidad de recursos para el país”, pero no solo en salud, también requiere una mayor inversión en previsión, vivienda, servicio social y todo lo necesario para una mejor calidad de vida. Así lo confirma un informe elaborado por la Superintendencia de Salud, que señala que el gasto en salud en los adultos mayores podría alcanzar los dos billones de pesos hacia el año 2020, cuatro veces más que los 500 mil millones de pesos registrados el año 2002.

“Probablemente en los próximos años la fuerte presión por educación irá disminuyendo y dará paso a crecientes demandas enfocadas en la salud. Seguramente también observaremos una avalancha de jubilaciones y una explosión de solicitudes de pensión de vejez. También se discutirán múltiples fórmulas para mejorar las pensiones, tales como un aumento en la edad de jubilación, un mayor porcentaje de cotización, o un aumento en la base imponible. Tal vez todas las anteriores. Quizás en unos años más tendremos una Reforma Tributaria 2.0 para financiar una salud de calidad”, indicó el académico de la UTalca.

TEMA DE FUTURO

El investigador menciona que el envejecimiento es un tema de futuro para nuestra región y el país.

Incluso, destaca que entre los primeros compromisos del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet se incluyen aspectos vinculados a la salud, como la construcción de nuevos hospitales, también la habilitación de 15 establecimientos que acogerán a adultos mayores dependientes y que no disponen de cuidado de su familia o en su entorno. Asimismo, se proyectan modificaciones en el sistema de pensiones para asegurar una vejez más digna y una adecuada protección frete a la invalidez y sobrevivencia.

En tanto, la seremi de Economía expresó que las personas de este rango etario también son parte activa del mundo del trabajo. “Los adultos mayores se incorporan no solamente a todos los programas sociales que hay del gobierno, sino que también son parte de sectores económicos que están incorporando mano de obra de personas mayores de 60 años. Específicamente hay algunas marcas de retail que están en esta política, que también son contrataciones de medio tiempo que les permiten estar activos y complementar su pensión, porque hoy en día la expectativa de vida de los chilenos está por sobre los 80 años. Entonces, claramente hay posibilidades de seguir aportando a la sociedad”, dijo Villagrán.

EXPECTATIVAS

¿Desde qué año comenzó esta tendencia de mayor expectativa de vida en el Maule? Germán Lobos explica que este cambio ocurrió en los últimos 30 años, debido a un mejor acceso a la alimentación, más servicios médicos, avances científicos en la medicina, entre otros factores.

“Todo lo cual ha hecho que la esperanza de vida aumente. Entonces las personas siguen haciendo retiro del mercado del trabajo, a los 60 años la mujer y 65 años los hombres; pero todavía hay 25 a 30 años más de vida que hay que financiar, y eso tiene un costo creciente”, aseguró el académico, respecto al impacto socioeconómico del envejecimiento acelerado.

Loreto Núñez, académica del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UTalca, señala que para enfrentar este cambio en la población regional, se requieren nuevas regulaciones en la alimentación y programas preventivos para hacer frente a las patologías que surgen en la tercera edad.

“El principal efecto es el aumento de los gastos de salud en la población de adultos mayores, por las patologías que tienen acumuladas, porque además nos faltan políticas públicas que regulen la salud con programas preventivos. Por ejemplo, si tuviéramos mejores regulaciones en alimentación saludable a disposición de la población. Hay exceso de azúcar y sal, que hace que el envejecimiento sea más complejo. Desde el año 2010 se dan más evidencias de que este envejecimiento está siendo mucho más rápido. Este proceso en Europa se demoró 100 años, pero acá fue mucho más rápido, y para adecuarse bien a eso se requieren mucho más que 30 años”, aseveró la investigadora.

La docente señaló que se debe precisar que si bien hay mayor expectativa de vida, no se ha determinado bien cuántos años de esa vida es saludable. “Porque se puede vivir hasta los 80 años, pero varios de los últimos años se puede estar postrado en cama, por ejemplo. Entonces hay que diferenciar. Se vive más, pero hay que ver en qué condiciones se vive. Creo que otra consecuencia es que se debe apoyar más a las familias en el cuidado de los adultos mayores, sobre todo pensando en los problemas de salud”, estimó la profesora Núñez.

MENOS RECURSOS

Érika Retamal, también académica del Departamento de Salud Pública de la UTalca, dijo que otra consecuencia del acelerado crecimiento del segmento de la tercera edad es una población con menores recursos económicos.

“Tenemos claro que el promedio de pensiones es bajísimo y entonces tenemos a una población envejecida, empobrecida, muchas veces sin redes o familiares que los acompañen. Por lo tanto, se exacerban todos estos acumulativos que tenemos de las malas condiciones, con años de políticas públicas inadecuadas que afectan a la tercera edad. O también cuarta edad, porque hay adultos mayores de 80 o más años. No estábamos preparados para eso y todo ha cambiado”, analizó la docente.

“Otro factor tiene que ver con el género, porque la mayoría de las personas de la tercera edad son adultos mujeres de 70 u 80 años, una generación que no produjo ingresos, porque el trabajo femenino se masificó hace pocos años. Entonces, son personas de escasos recursos y el factor socioeconómico aquí es vital, con gente de niveles educacionales bajos. La mujer vive más, pero también se enferma más”, detalló Érika Retamal.

“Además tenemos una población propensa a enfermedades mentales como el Alzheimer. Entonces, el deterioro de las personas o familiares que deben quedarse cuidando a esos adultos mayores, es importante. No hay una política pública de casas de reposo. Tenemos que cuidar estas personas de la tercera edad, pero no debe ir en desmedro de su grupo familiar”, agregó la docente del Departamento de Salud Pública de la UTalca.

UN DESAFÍO

En tanto, el jefe del Departamento de Información para la Gestión, del Servicio de Salud del Maule, Roberto Bachler, aseguró que la expectativa de vida se ha incrementado en 20 años durante las últimas cinco décadas. “Las personas que nacen hoy en día en Chile tienen una esperanza de vida de 78 años. Chile es el país que registró el mayor aumento de la expectativa de vida entre los países que integran la Organización y Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE) en el período comprendido entre 1960 y el 2009. En el contexto mundial solo Corea y Turquía presentan mejorías en este indicador superiores a Chile”, afirmó.

Según explicó Bachler, el incremento de la expectativa de vida determina que se vaya produciendo un envejecimiento de la estructura demográfica del país, por lo tanto, la cantidad de adultos mayores aumenta. Y como consecuencia de ello, un mayor número de personas presentará alguna enfermedad crónica, como hipertensión arterial, diabetes mellitus, padecimientos osteoarticulares como la artritis, artrosis, entre otras. Y además, un deterioro cognitivo con alteraciones en la memoria e incluso demencia.

Asociado a esto, surge el problema que se incrementa el número de habitantes económicamente pasivos y que requieren disponer de una pensión para vivir.

“Chile está avanzando en su desarrollo económico, pero paralelamente debe enfrentar los problemas que van asociados a la condición de ‘país desarrollado’. Tal vez el más complejo de éstos sea el envejecimiento de la población, dado que se requerirá disponer de mayor cantidad de servicios de salud de alta complejidad, para atender a personas afectadas por variadas enfermedades, la mayor parte de ellas muy severas. El desafío de nuestra sociedad entonces, es preparase para que las personas enfrenten un envejecimiento saludable”, dijo el experto del Servicio de Salud del Maule, quien también es académico de la Facultad de Ciencias de la Salud de la misma universidad.

Integrarlos al mercado laboral

En tanto, el profesor de la UTalca, Germán Lobos, aseguró que se debe integrar mejor a los adultos mayores en el mercado laboral. Agregó que la economía es medida como el aporte de las personas a la producción, y entonces este segmento de edad no estaría aportando a la producción. “Podríamos adoptar medidas como en los países desarrollados, y esto significa que las personas una vez que jubilan, vuelven a trabajar en jornadas muy cortas, asesorando o ayudando a quienes le siguen en el trabajo. Así, la experiencia que ellos acumulan en su vida la devuelven al mercado activo. O también como guardadores de jóvenes o estudiantes universitarios que reciban en sus casas a personas. En países desarrollados se generan rentas para los adultos mayores por cumplir determinadas funciones y así los integran a la sociedad, para que vuelvan a participar en la construcción social, y en el desarrollo de la región”, indicó el académico.

Compartir
keyboard_arrow_up