En busca de mayor igualdad

23 Diciembre 2014

Uno de los cambios más recientes en el proceso de ingreso a la educación superior fue la incorporación del denominado Ranking de notas, que debutó en el proceso de admisión 2013.

En un principio a este instrumento se le asignó un valor de 10% pero en 2014 aumentó su “peso” en el proceso de selección universitaria, pudiendo representar hasta el 40% de la ponderación total, mismo porcentaje que se le asignó para la admisión 2015.

La decisión de cuánto pesa el ranking a la hora de postular depende de cada universidad, no obstante entre este factor y las notas de enseñanza Notas de Enseñanza Media (NEM) no pueden superar el 50%, correspondiendo la diferencia al resultado de la Prueba de Selección Universitaria (PSU).

El Ranking se estableció como una forma de premiar a jóvenes que registran un desempeño académico que lo sitúa por sobre el promedio de notas de las últimas tres generaciones de alumnos del establecimiento educacional al cual pertenece, es decir, a quienes independiente de las calificaciones obtenidas se ubican en el tramo superior del ranking.

Con esta medida se buscó establecer criterios para avanzar hacia una mayor equidad y permitir el ingreso de alumnos de menos recursos a las universidades, hecho que según el asesor en políticas de inclusión y uno de los creadores del ranking, Francisco Javier Gil, “es la mejor noticia del último tiempo”.

“Lo que hace es colocar en todos los colegios del país la posibilidad de que el alumno pueda obtener, en uno de los indicadores al final de su enseñanza media, hasta 850 puntos. Porque en la PSU no está al alcance de todos sacar ese puntaje y en las notas tampoco, depende de la política de cada colegio o liceo al poner las notas. Por eso es una buena noticia, porque es un estímulo concreto al alcance de todos y que no depende nada más que del esfuerzo de cada estudiante”, explicó.

PREMIO A LA CONSTANCIA

El director de Admisión de la Universidad de Talca, Rodrigo Luppi, coincidió en que el ranking de notas es un sistema que asegura mayores índices de inclusión y equidad. “A diferencia de la PSU, el ranking no discrimina por nivel socioeconómico de los alumnos, por su género o si salió de un colegio particular pagado, municipal o técnico profesional. Este sistema reconoce el esfuerzo de los jóvenes de acuerdo a su entorno y valora su trayectoria. Esto quiere decir que si un estudiante se ha esforzado durante los cuatro años de enseñanza media por estar entre los 10 mejores de su curso, es muy posible que siga demostrando su capacidad y esfuerzo durante la enseñanza superior”, indicó.

“Mientras más alto es su promedio en relación a su colegio, más alto será su puntaje. En cambio, si su promedio es igual o inferior al de su colegio, lo peor que ocurre es que mantiene su puntaje de notas de enseñanza media”, detalló.

BONIFICACIÓN

Más que hablar de Ranking, a juicio del director del Instituto de Investigación y Desarrollo Educacional (IIDE) de la UTALCA, Sebastián Donoso, “se trata de una bonificación al puntaje de aquellos estudiantes que están situados en un segmento de los mejores dentro de sus establecimientos”.

“Es un corrector de inequidad, en tanto se premia a quienes obtienen mejores calificaciones en un establecimiento, comparado con sus pares (en una serie de años). Se asume que quienes en ese contexto obtienen mejores resultados, han aprovechado mejor las oportunidades, es decir es atribuible a su esfuerzo y no al capital social y/o económico de la familia”, planteó.

Por su parte, Francisco Javier Gil sostuvo que los buenos estudiantes de colegios emblemáticos están contentos con este ranking.

“Los que no están tan contentos, son los alumnos de esos establecimientos que tenían notas bajo la media. A ellos no les conviene, porque sacan muy bajo puntaje en la nota de enseñanza media y en el ranking, y buen puntaje PSU. Entonces no les conviene que se les pondere las notas”, indicó.

Uno de los caminos seguidos por muchos alumnos de cuarto medio que se sienten perjudicados por el ranking es el cambio de colegio para conseguir un mejor puntaje, medida que Gil rechazó. “Es perjudicial para el joven porque llega a un lugar donde no conoce a nadie, donde no tiene red de apoyo, e incluso a veces no son muy bien recibidos”, señaló.

Para revertir esta tendencia el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH) anunció que a partir de 2016, el Ranking de Notas se calculará en base a cada uno de los establecimientos en los que un estudiante desarrolló su enseñanza media. El vicepresidente CRUCH, Juan Manuel Zolezzi, declaró que “para el próximo año el equipo que está estudiando el tema del Ranking tiene que establecer los ajustes para la fórmula de cálculo”. Con esta medida, aclaró, “no tendrá sentido cambiarse de colegio en el último año”.

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