Equipos de vanguardia apoyarán la investigación en ciencia y tecnología

6 Octubre 2017

Equipamiento de avanzada tecnología que permitirán extender y profundizar la investigación, incorporará nuestra Universidad, gracias a dos proyectos adjudicados a la Facultad de Ingeniería y al Instituto de Química de Recursos Naturales, en el VI Concurso de Equipamiento Científico y Tecnológico 2017.

Se trata de un sistema integrado para pruebas de pilas de combustible de membrana polimérica, único en Latinoamérica, y un resonador magnético nuclear (RMN) de 500 megahertz (MHz), el más potente de Chile.

En total, el valor asignado asciende a 439 millones 979 mil pesos, que complementará la Corporación para adquirir los dos equipos cuyo costo suma 1.384 millones 925 mil pesos.

“La adjudicación de un RMN de 500 MHz a nuestra Universidad significa que va a estar situado acá el equipo de este tipo más poderoso del país y esto abre una enorme posibilidad de trabajar en temáticas que hasta el momento no era posible hacerlo. No es solo una buena noticia para la Universidad, sino para Chile”, afirmó el profesor Guillermo Schmeda, autor del proyecto.

“La RMN es una técnica muy poderosa que nos permite “armar” la estructura de compuestos a partir de la evidencia que se obtiene con el equipo”, explicó. De este modo, será posible profundizar el conocimiento sobre compuestos bioactivos de plantas, microorganismos, de alimentos o productos farmacéuticos.

MAYOR RESOLUCIÓN

El profesor Schmeda agregó que también se podrá desarrollar estudios que requieren de un instrumento con una resolución suficiente para separar señales de sustancias, como detalles estructurales de proteínas, que son muy semejantes en espectro. “Este equipo es 20% más poderoso de los que están operativos en Chile —en Santiago, Concepción y en la U. Federico Santa María—, lo que permite separar esas señales”, precisó.

“Con un RMN de 500 también se puede hacer diagnósticos clínicos que hasta ahora no se hacen en Chile”, agregó.

Asimismo, el académico enfatizó que el aporte que la misma Universidad realiza para adquirir el nuevo equipamiento demuestra su interés por hacer ciencia de calidad. “Significa que vendrán más científicos y también más estudiantes de doctorado con mejores antecedentes y, además, se podrá incrementar la colaboración con otras instituciones”, dijo e indicó que el equipo estará accesible para investigadores internos y externos.

“Es un desafío grande y también una gran responsabilidad”, comentó, junto con señalar que el RMN —de tecnología alemana— se instalará en un espacio especialmente acondicionado en el nuevo Centro de Instrumentación Científica Avanzada (Cica) para equipamiento mayor, que se encuentra en construcción en el Campus Talca.

SISTEMA DE ENERGÍA

El otro equipamiento forma parte de un proyecto multidisciplinario que busca que Chile se incorpore de lleno a la investigación de un sistema de energía denominado pilas de combustible de hidrógeno, dispositivos que convierte la energía de este elemento en energía eléctrica, teniendo como residuos agua pura y calor.

Este equipo no solo es el único de su tipo en Latinoamérica, sino uno de los pocos instalados en universidades a nivel mundial y posicionará a la Facultad de Ingeniería como pionera en el ámbito.

“Nos va a permitir comprar un equipo que caracteriza pilas de combustible de hidrógeno y sus componentes, controlar los flujos de gases de oxígeno e hidrógeno que se generan, las temperaturas y la humedad, además de monitorizar todas las variables internas como flujos, corrientes y tensiones eléctricas de cada una de las celdas, lo que significa realizar pruebas para conocer el estado en que se encuentra una determinada pila de combustible”, explicó el académico Carlos Restrepo, del Laboratorio de Aplicaciones en Redes Inteligentes (Lari), quien presentó la propuesta.

El proyecto incorpora seis líneas diferentes de investigación que incluyen a una red de científicos de la propia Universidad, otras tres Casas de Estudio chilenas, además de Centros de países latinoamericanos, europeos y australianos.

“Estamos integrando especialistas que estudian desde la producción de hidrógeno hasta el almacenamiento, además del diseño de membranas especiales, otros investigadores que desarrollan partes internas de la pila, como son las placas bipolares, así como también profesionales que analizan el modelado y el control de estos sistemas de energía, por lo que podríamos avanzar en el desarrollo de tecnologías que aporten a la expansión de usos de estas pilas”, sostuvo el profesor Restrepo.

USOS

En otros países existen vehículos que funcionan con dichas pilas y que requieren cargar hidrógeno en vez de bencina.

“Las pilas de combustible existen desde hace muchos años, pero aún hay varias mejoras que se requieren en los sistemas, como por ejemplo aumentar su tiempo de vida, que hoy está por debajo de las 5 mil horas, lo que significa en un auto una vida útil de alrededor de 150 mil kilómetros”, indicó Carlos Restrepo.

Junto con esto, el científico de la Universidad señaló que están interesados en analizar su uso como un complemento en plantas solares o de otro tipo de energías renovables, además de la creación de piezas internas en la pila que tengan un costo menor en relación a las que se están construyendo hoy en el mundo. Todo esto con la posibilidad de trabajar en red con los académicos incorporados en el proyecto.

Por su parte, el director de Investigación de la Universidad, Iván Palomo, manifestó que “todos los equipos adjudicados durante el período permiten realizar mejor investigación, y por tanto, generar mejores publicaciones y, de esa forma, tener mejores posibilidades en la adjudicación de proyectos concursables”.

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