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Escuela de Arquitectura realizó viaje de bienvenida

Hasta el sector cordillerano de la provincia de Talca denominada “El Campanario”, ubicado en las alturas de la Cordillera de los Andes, a un costado de la ruta internacional que conecta Chile y Argentina, por el paso fronterizo Pehuenche, se dirigieron profesores y alumnos de primer año de Arquitectura para experimentar algunas materias que durante su formación estarán presentes y estudiadas en profundidad.

Participaron de la actividad 42 alumnos y tres profesores guías. Edgard Torres, uno de los docentes indicó que “el propósito de esta actividad fue fortalecer lazos y enfrentar a los alumnos a pequeños desafíos como el acampar que, en sí mismo, es un ejercicio de planificación y organización”.

Divididos en equipos de cuatro a cinco personas, cada grupo reunió una carpa, cocinilla, comida para tres días, abrigo y vestuario. “Una vez en el territorio determinamos un lugar adecuado, protegido del viento y cercano a un curso de agua donde establecer el campamento conviviendo con arrieros y turistas durante la estadía. El viaje en sí es ya una experiencia gratificadora, nos encuentra como un papel en blanco y nos despide con un regalo: una libreta cargada de experiencias”, describió el docente.

CREACIÓN CON LUZ

En la práctica, los “mechones” debieron trazar distintos dibujos de luz sobre el espacio cordillerano. Apoyados por una linterna tomaron posición sobre el territorio y en fotografías quedó registrada la huella de sus desplazamientos sobre la penumbra del paisaje. Líneas, círculos, formas abstractas surgieron como resultado de la interacción entre el cuerpo y lo que se encontró en el territorio.

Susana Sepúlveda, directora de la Escuela, relevó lo innovadora de la idea que se relaciona con la finalidad de aportar siempre en la formación global del alumno, “nos pareció una buena iniciativa, recibir a nuestros nuevos estudiantes, más allá del salón de clases, que es donde pasarán gran parte del tiempo, mirando y proyectando sobre aquellos paisajes que nos acompañan”.

En específico los futuros arquitectos visitaron los tres puntos en que se encuentran las construcciones premiadas con el Archiprix.

Al respecto, el proyecto “En torno al Habitar la Alta Cordillera” ganador del premio Hunter Douglas, Archiprix y que representó a la Escuela de Arquitectura de la Casa de Estudios, incluye tres obras que destacan y valoran la presencia del arriero maulino en la zona cordillerana de la Región del Maule. Estas obras incluyeron el diseño de un mirador, un área mínima para disfrutar de los baños El Campanario y un refugio para los arrieros se protejan del puelche, que es el viento que aparece en la alta cordillera.

INTERACCIÓN

Durante el día, el grupo de estudiantes de primer año pudo recorrer el cajón cordillerano, experimentando de primera mano una pequeña parte del territorio y su cultura. Con ello, se buscó también aproximarlos a una obra de título y como esta interactúa con su inmediatez y sus habitantes.

Claudia Veas, alumna de primer año, se mostró satisfecha por haber participado en este programa. “La experiencia fue muy entretenida e interesante porque, la verdad, no me imaginaba que, durante las primeras semanas de clases, íbamos a tener actividades al exterior de la Universidad llegando a lugares que la mayoría de los que no somos de la región no conocíamos”. “Desarrollar ideas nuevas y distintas para nosotros fue encontrarme con otro mundo en la arquitectura, encontrarla en la cotidianeidad, en el día a día, darme cuenta que todo es arquitectura, fue muy interesante”, concluyó la estudiante.

Para Felipe Miño, otro de los docentes participantes de la actividad, lo realizado constituye un paso distinto: “Los alumnos nuevos siempre esperan encontrar muchas dificultades en nuestra carrera, mucha línea, mucha forma y nosotros les dimos la oportunidad de que ellos crearan con lo que les da la naturaleza y pudieran conocer la obra final de compañeros que llegaron con las mismas dudas el primer año”.