Estudio científico valorará los árboles urbanos

8 Marzo 2013

La valoración económica del arbolado urbano se ha implementado principalmente en naciones desarrolladas. En nuestro país su aplicación se ha dado a nivel municipal —a través de los Juzgados de Policía Local— para compensar monetariamente el daño que se produzca en espacios de uso público. La valoración también se aplica en un contexto privado.

Sin embargo, la tasación de cada árbol en zonas urbanas no siempre establece un valor real, ya que se realiza de manera inadecuada mediante métodos que no consideran las variables relevantes.

“Existen diferencias de valoración de hasta un 2 mil por ciento para un mismo tipo de árbol”, explicó el académico de la Facultad de Ciencias Forestales, Mauricio Ponce, investigador responsable del proyecto Fondecyt Regular 2013 “Valoración del arbolado urbano. Propuesta de fórmula para Chile Central”.

La investigación científica —que se desarrollará durante dos años con una inversión de 40 millones de pesos— tiene como objetivo la construcción de una fórmula nacional que permita valorar los árboles en áreas urbanas de la zona central, en base a los métodos de países desarrollados y los aplicados a nivel nacional.

La iniciativa permitirá favorecer el cuidado de estas especies vegetales cuando sean dañadas o debido a construcciones urbanas. Determinar el daño a este bien público le corresponde a las municipalidades.

Mauricio Ponce dijo que las fórmulas para la valoración económica de los árboles son el método más usado en Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Nueva Zelandia o España, con metodologías estudiadas, revisadas y actualizadas que consideran la importancia y contribución del árbol urbano en las ciudades.

Múltiples Variables

Para obtener el método más adecuado se considerarán múltiples variables tales como la forma, la ubicación, edad, tamaño, características fitosanitarias, o si es patrimonial. También aspectos de tipo ambiental como la capacidad para captar carbono, para reducir las temperaturas, para disminuir el ruido y otras funciones ambientales de estas especies.

“La normativa municipal es variable. La ley permite que se apliquen multas, pero están asociadas a la infracción, no con el objetivo de resarcir el daño. Por ejemplo, en un accidente si alguien destruye un árbol se le aplica una multa (…) Hay casos donde la valoración es casi cero y muchas veces se entiende que la sustitución de un árbol por otros dos o tres nuevos compensaría la extracción de una especie adulta, lo que no es así”, afirmó Ponce. Agregó que también hay escasas competencias profesionales para la correcta aplicación de estas normativas.

Óscar Vallejos, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y coinvestigador del proyecto, expresó que los parámetros de valoración son muy diversos en las comunas. “La idea es proponer una fórmula que capture la variabilidad y tenga un rango similar a las formulas internacionales (…) Uno espera que exista la intención de la población de cuidar los árboles”.

Ambos académicos aseguraron que el resultado del estudio podrá ser incorporado en las normativas municipales para que exista una única fórmula, favoreciendo la actuación de sus funcionarios en contextos urbanos de uso público o particular, y el ejercicio profesional privado.

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