Estudio en la Antártica favorecerá recuperación de especies dañadas por cambio climático

1 Marzo 2018

Conocer el desarrollo de la flora antártica y a partir de su evolución identificar elementos que sirvan para favorecer la recuperación de especies afectadas por el cambio climático, como por ejemplo el ruil, en la Región del Maule, es el objetivo del trabajo que realizan investigadores del Laboratorio de Ecología Vegetal del Instituto de Ciencias Biológicas (ICB).

Según explicó el investigador de la unidad, Marco Molina, el trabajo es realizado por un equipo de la Universidad integrado por 14 personas especialistas y estudiantes de pregrado.

“El primero pretende comprender la historia evolutiva de la flora antártica para dilucidar si la biodiversidad actual es producto de recientes colonizaciones o permanecieron en refugios climáticos durante la última glaciación. Para este proyecto fueron 3 investigadores en conjunto con tres investigadores del British Antarctic Survey (Reino Unido)”, explicó.

“Los otros dos están dedicados a bio-prospectar recursos microbianos antárticos con potencial uso en el sector agrícola y para planes de restauración ecológicas de especies vulnerables o en peligro de extinción como el ruil, especie emblemática de nuestra región. Para estos últimos dos proyectos participaron 5 investigadores de mi grupo”, agregó Molina.

IMPACTO

El académico del ICB añadió que el desarrollo de la investigación en la Antártica no solo refleja los decididos esfuerzos realizados por la UTALCA para posicionarse entre las universidades complejas con investigación de alto nivel, sino que, además, tendrá un notable impacto a nivel regional.

“La Región del Maule es claramente agrícola y nuestra investigación permitirá darle un valor agregado al desarrollo de diferentes cultivos mediante la simbiosis funcional con microorganismos antárticos, confiriendo un ahorro para la producción y un aumento en la tolerancia ambiental. Ambos aspectos muy deseados bajo un escenario de cambio climático global severo como el predicho para la zona, donde la disminución de las precipitaciones llevará a una profunda desertificación”, expresó.

Molina también indicó que los primeros resultados obtenidos de estos proyectos permiten vislumbrar que la inoculación de especies arbóreas nativas como el ruil con hongos antárticos mejora la supervivencia y acelera su crecimiento. “Lo que, por un lado, podría ser una alternativa para ayudar a su conservación y, por otro, una estrategia efectiva para su restauración post catástrofes como los incendios experimentados en el último tiempo”, comentó.

En tres grupos se organizaron los 14 especialistas, entre investigadores post-doctorales, asistentes, además de estudiantes de pre y postgrado, que viajaron al continente helado para realizar actividades en terreno en relación con el mencionado estudio. En total, ellos permanecieron entre uno y dos meses en la Antártica con el fin de estudiar la evolución y características de las especies nativas para enfrentar escenarios climáticos complejos.
Marco Molina explicó que cada grupo estuvo a de un proyecto distinto relacionado con la temática. Los profesionales trabajaron en sectores diferentes del continente antártico, algunos sobre un rompehielos o tomando muestras en helicópteros, mientras que otros hicieron lo propio en campamentos ubicados cerca de las zonas costeras del continente antártico.

“En general cada equipo tuvo la misión de realizar experimentos relacionados con cambio climático, colectar muestras de suelo y plantas para aislar microorganismos y buscar genes que codifiquen para proteínas u otros compuestos con capacidad de conferir tolerancia ambiental para cultivos y árboles en zonas mediterráneas bajo los efectos de la desertificación como la región del Maule”, detalló.

Agregó que se espera que los resultados de estas investigaciones tengan gran impacto en el sector agrícola, mejorando la tolerancia ambiental de diferentes cultivos y aumentando la eficiencia en el uso del agua.

“También pretendemos generar mapas de productividad y evidenciar los cambios en distribución espacial de los cultivos cuando se inoculan con microorganismos provenientes de la Antártica. Por otro lado, se espera que los resultados de nuestra investigación permita generar protocolos y estrategias para mejorar los resultados de planes de restauración ecológica en la región del Maule”, observó.

El investigador del ICB destacó en forma especial la presencia de alumnos del Doctorado en Ciencias Biológicas que imparte la UTALCA.

“Que el doctorado posea una línea de investigación en Ecología y biotecnología Antártica, permite que los estudiantes comprendan que Chile posee laboratorios naturales con características únicas donde se puede bio-prospectar para responder preguntas de ciencia básica pero también buscar aplicaciones útiles en sectores productivos como el agrícola y el forestal”, destacó Marco Molina.

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