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Éxito económico no garantiza la felicidad

Chile ha llegado a un punto de crecimiento económico a partir del cual una mayor expansión no se traducirá en un aumento del bienestar de las personas. Esto según el académico de la Facultad de Psicología, Emilio Moyano, quien estudia el fenómeno de la calidad de vida, el bienestar y su relación con el Producto Interno Bruto (PIB). En ese aspecto afirmó que riqueza no es sinónimo de bienestar.

Moyano destacó que se trata de un tema complejo y en particular resaltó el trabajo realizado en esa área por la Comisión Sarkozy, creada el año 2008 por el gobierno francés. El objetivo de esta instancia europea ha sido revisar y adecuar las herramientas estadísticas para medir en los países desarrollados el estado de la economía y el bienestar, tema en el que se invitó a dar su opinión a algunos premios Nobel.

“Llegaron a la conclusión de que el PIB se usa mal. Es un indicador que aun con imperfecciones logra dar cuenta de la riqueza de una nación. Sin embargo la riqueza de una nación no es un indicador de bienestar de las personas”, aseveró.
El académico se refirió al tema, en el marco del V Taller del Programa de Investigación en Calidad de Vida y Ambientes Saludables (PICVAS) de la mencionada Facultad.

“Entonces el fenómeno que llamamos bienestar —como un estado psicológico placentero, agradable, de paz, armonía— poco tiene que ver con la riqueza económica, sino más bien con otras cosas. El desafío es con qué tiene que ver”, observó.

Agregó que la Comisión Sarkozy se enfocó a estudiar en qué forma se podía incorporar —en las políticas públicas y en la investigación científica— un mayor acercamiento y conciliación entre indicadores objetivos y subjetivos de desarrollo humano, de felicidad y bienestar de las personas.

Más suicidios

En el caso de Chile, el investigador manifestó que “alcanzamos 16 mil y tantos dólares per cápita y eso significa, según las investigaciones, que los ciudadanos chilenos seguramente no van a incrementar sus niveles de felicidad aunque siga creciendo el PIB y, más bien, según los antecedentes que tenemos, el suicidio sigue aumentando”, enfatizó el académico, investigador responsable del (PICVAS).

Respecto a una correlación entre incremento de la riqueza y del suicidio, aseveró que es la tendencia que se viene observando. “Las mediciones muestran lo que nosotros auguramos en 2006, que está en una publicación de Moyano y Barría respecto a que hay una correlación altamente significativa entre suicidio y PIB en Chile. Y eso no se ha modificado. El suicidio sigue aumentando en Chile y también el PIB”, expresó.

Al profundizar en el tema, dijo que si se hace una revisión histórica de progreso, se puede sostener que hoy se cuestiona la idea del iluminismo, nacida en la revolución francesa. “Se creía que el progreso permanente, la racionalidad, la técnica, la industrialización, la tecnología, la organización social, las constituciones modernas, nos iban a llevar indefectiblemente al desarrollo, al bienestar y a la felicidad. Esto está en cuestionamiento: el capitalismo sufre crisis cíclicas, no es tan evidente que tengamos un progreso permanente”, dijo Moyano.

Agregó que es también muy complejo medir el progreso porque se hace desde la economía, pero también se puede evaluar desde la salud, la psicología, la infraestructura, la tecnología. “Es altamente complejo cómo una sociedad se auto examina, se auto observa y se auto evalúa. Y qué dicen los resultados en cuanto a si estamos mal o no estamos bien”, afirmó.

A su juicio, las distintas visiones sobre el tema son algo muy interesante, puesto que “los chinos, los franceses, los norteamericanos, tienen su propia mirada respecto a lo que aprecian como progreso”.

Participantes

En el taller “Construyendo indicadores para la calidad de vida de las personas” participó el decano de la Facultad de Psicología, Edgar Vogel. También los académicos Marcelo Leiva y Andrés Jiménez de esta Corporación; Alfonso Urzúa, de la Universidad del Norte; y Pablo Vera, de la Universidad de Santiago.