Experto Utalca entrega recomendaciones para dejar atrás el sobrendeudamiento

2 Noviembre 2016

Casas comerciales y entidades financieras ofrecen al segmento adulto joven múltiples posibilidades de acceso a tarjetas de crédito.

Sin embargo, la realidad dista que muchos de ellos no tienen medios económicos para pagar y la deuda aumenta en relación con los intereses establecidos por la tasa máxima convencional.

Para el doctor en Economía, esta es una realidad donde no sólo es responsable el “retail”, sino también las personas que optan por sacar tarjetas de crédito aun cuando adolecen de la solvencia financiera para cumplir con sus obligaciones.

De acuerdo a lo que señala el profesor Saens, aunque es importante regular el otorgamiento de crédito con leyes que sancionen de forma severa cualquier tipo de abuso por parte de las instituciones financieras, también es de suma relevancia educar financieramente a la población, entregándole a la comunidad herramientas que le permitan a cada uno manejar de mejor forma sus finanzas personales, para así evitar caer en morosidad o sobreendeudamiento.

En primera instancia, “ser cauteloso con la adquisición de aquellos artículos que a veces uno compra por el solo hecho de estar en oferta o liquidación, sin ser necesarios. Lo que deberíamos hacer siempre antes de comprar algo que implique un desembolso importante en nuestro presupuesto, sobre todo si es a crédito, es analizar si realmente lo necesitamos”, remarcó el profesor.

El paso siguiente es cotizar antes la carga anual equivalente o CAE―una suerte de tasa de interés que incorpora todos los costos asociados al crédito―que ofrecen bancos y casas comerciales. De acuerdo al economista, “el banco puede tener una tasa de interés más baja pero subirla sustancialmente a través del cobro de un seguro de desgravamen o de cesantía muy caro. Como el CAE incluye el costo del seguro, hay que comparar los créditos en base a este indicador. En un mismo plazo y sobre un mismo monto, el crédito con el CAE más bajo es el más barato”.

Al respecto mencionó que las personas deben poner atención al CAE de las casas comerciales porque suele ser más alto, mientras el crédito de consumo resulta más conveniente por sobre tarjetas o líneas de crédito de la banca tradicional.

Según Saens, “si voy a mantener una deuda permanente de, por ejemplo, un millón de pesos en tarjetas de créditos, es mejor, cuando se puede, pedir un crédito de consumo por ese monto y limpiar la tarjeta. El crédito de consumo es mucho más barato que la tarjeta de crédito”.

A modo de incentivar el ahorro, especialmente en los jóvenes, es necesario establecer objetivos de corto o largo plazo. “Por ejemplo, a los 35 años quiero tener al menos el pie de la casa o departamento en el que quiero vivir. Otra forma es que, aunque parezca muy lejano, calcular, o decirle a un ejecutivo de la AFP que determine cuánta plata debo tener al final de mi vida laboral para financiar una pensión de, por ejemplo, quinientos mil pesos. Cualquiera sea el objetivo que se quiera lograr, si es en serio, se necesita un plan de ahorro asociado; si no, es sólo fantasía”.

Otra de las medidas consiste en hacer uso de la cuenta número dos de la AFP: “Ahorro voluntario”, vehículo de inversión que permite acceder a las tasas de rentabilidad delos fondos de pensiones a costo cero para las personas que ya cotizan en una AFP. El profesor Saens señala que esta alternativa de inversión funciona como “una especie de fondo mutuo que las personas pueden liquidar cuando quieran en caso de ser necesario”.

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