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Expertos analizaron desafíos en calidad de la educación superior

Analizar desde una perspectiva innovadora el aseguramiento de la calidad en la educación superior y los desafíos que hoy enfrentan las universidades de América Latina y el Caribe, fue el objetivo del Seminario Internacional “Educación Superior para el Siglo XXI. Diversidad, calidad, mejoramiento” organizado por el Centro Interuniversitario de Desarrollo (Cinda), entre otras instituciones.

Con ese propósito, el evento convocó a trece especialistas internacionales, entre los cuales destacaron Peter Maassen, Universidad de Oslo; Maiki Udam, de la Estonian Higher Education Quality Agency (EKKA); Liz Reisberg, del Boston College; y Susana Karakhanyan, presidenta de Red Internacional para Agencias de Garantía de Calidad en Educación, junto a autoridades y expertos nacionales.

La directora ejecutiva de Cinda, María José Lemaitre, subrayó la necesidad de contar con una instancia de reflexión compartida, que permitiera hacer un diagnóstico de la realidad actual, analizar experiencias y establecer las bases para definir la manera de abordar esta temática.

“La idea es reflexionar sobre cuál es la calidad de la educación superior que necesitamos en el Siglo XXI, considerando fundamentalmente el tema de la diversidad entre instituciones, estudiantes, modalidades y programas, y los temas de cómo promover la mejora continua de los servicios que prestan las instituciones de educación superior”, remarcó sobre el encuentro que se efectuó en el Hotel Crowne Plaza de Santiago.

DESAFÍOS

En su calidad de integrante del Comité Ejecutivo de Cinda, el rector de la Universidad de Talca, Álvaro Rojas, planteó que el progreso tecnológico ha establecido una nueva demanda por “trabajadores del conocimiento”, que sustituye de manera creciente puestos de trabajo ocupados hasta ayer por empleados que fundaban sus competencias en habilidades físicas y manuales.

“Y es precisamente la naturaleza de este cambio y de los nuevos puestos de trabajos que va requiriendo el desarrollo de los países, lo que plantea un conjunto de nuevas demandas a los distintos agentes educativos”, explicó.

Rojas dijo que con ese objetivo, se debe velar por que los países orienten el sistema de educación superior a pilares claves como el mejoramiento de la calidad de las instituciones que lo constituyen; garantice estándares mínimos de cumplimiento, que fomenten la mejora continua y se apoyen en la participación activa de los distintos stake holders; y también respete tanto la identidad como la cultura de cada entidad.

“Además, que se centre en los aprendizajes y competencias laborales de sus estudiantes; en una adecuada efectividad e integridad institucional; y que evalúe la coherencia de la planificación estratégica, con el desarrollo de las diferentes instituciones”, agregó.

En ese contexto, el rector de la UTALCA sostuvo que en momentos en que los paradigmas educacionales se encuentran en plena evolución, organizaciones como Cinda enfrentan el desafío de trabajar en dos ámbitos principales: en las instituciones y en la política pública.

“En las primeras, en aspectos afinados de las distintas dimensiones de la gestión universitaria, particularmente de la gestión de la calidad. En la política pública, en retroalimentarla, enriquecerla y eventualmente contribuir a su reformulación”, precisó.