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Desde Europa miran con interés el modelo de gestión del Centro Cultural Estación Mapocho, donde tienen lugar grandes eventos y otros menores, pero igualmente relevantes del ámbito artístico cultural, todo al amparo de un sistema que asegura el autofinanciamiento.
Sobre el exitoso modelo de trabajo implementado, habló Arturo Navarro, director ejecutivo de ese centro cultural, ante profesores y estudiantes de la Facultad de Arquitectura, Música y Diseño de la Universidad de Talca. En su charla, realizada en el salón “Diego Portales” del Campus Talca, Navarro detalló algunos aspectos sobre la historia y el rescate del edificio de la Estación Mapocho, una de las grandes obras construidas para destacar el Centenario de la Independencia, impulsadas por Vicuña Mackenna.
Tras cuatro años de restauración y remodelación y superado el ocaso de la estación durante la dictadura, el centro fue inaugurado en 1994. “Las nuevas autoridades acogieron el proyecto que se transformó en símbolo del retorno a la democracia”, recordó Navarro, quien además es coordinador interministerial del Centro Cultural Gabriela Mistral y profesor del Magíster en Gestión Cultural de la Universidad de Chile.
El proyecto se concibió con la participación de tres entidades: la Estación Mapocho, el Centro Cultural de este nombre y la Corporación Cultural Estación Mapocho, que lo administra. “Es una corporación de derecho privado sin fines de lucro que tiene como objetivos preservar el patrimonio y difundir la cultura”, dijo, junto con enfatizar que, con excepción de La Moneda y el palacio de Cerro Castillo, ningún edificio que tiene la categoría de monumento nacional en Chile recibe recursos para su preservación. Para ambos fines, el centro debe autofinanciarse.
Por esa razón, todos los excedentes se reinvierten en actividades culturales y en la mantención del edificio y hasta ahora, la misión —incluida la “letra chica” del autofinanciamiento— se cumple, según Navarro, lo que no es habitual en el ámbito de la cultura. Este es el motivo por el cual el modelo de gestión “está en la mira” de países europeos, principalmente de España, adonde Navarro ha sido invitado a exponer sobre la exitosa experiencia.
El gestor cultural relató cómo desde la apertura del Centro Cultural Estación Mapocho, éste ha acogido grandes muestras de arquitectura efímera y actividades como la Feria Internacional del Libro, Feria Chilena de Arte Contemporáneo, Bienal de Arquitectura, ferias de diseño, Festival de Cine de Lebu y manifestaciones musicales. A la vez, sus distintas salas dan cabida a las artes visuales y el teatro. El espacio también se ha abierto para proyectos de regiones, como ese festival de cine o el Festival de las Artes Cielos del Infinito, de Magallanes.
Entre los “secretos” del éxito está la programación de distintas actividades que se hacen coincidir y, además, se acogen grandes eventos que atraen público masivo como la reciente COMIC CON , Festival de Videojuegos y la Expo Animé.
En el aspecto administrativo, Arturo Navarro precisó que existe una reducida planta de personal, sin elencos estables y con varias funciones externalizadas.
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