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Desde 1948, cada 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, efeméride creada por la Asamblea Mundial de la Salud. La fecha fue escogida en conmemoración a la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por la necesidad de crear conciencia y hábitos sanos en las personas.
En los últimos años, las campañas de la OMS han trabajado para fomentar que la sanidad llegue a todos los rincones del planeta, posibilitando que las personas puedan tener atención sanitaria cuando lo necesitan, que no tengan que desplazarse largas distancias para obtenerla y que sea asequible para las familias.
A pesar de ello, muchas personas siguen sin tener acceso a una atención de calidad, e incluso ocurre que muchas personas se ven obligadas a elegir entre la salud, y otros gastos cotidianos, como alimentos e incluso un techo.
El director de la Escuela de Kinesiología, Ramón Valdés, señaló al respecto que “el sistema de salud chileno ha promovido la atención primaria con la finalidad de prevenir las enfermedades en nuestra población. Lamentablemente ha sido complejo ya que el mayor tiempo se dedica a la salud asistencial, es decir, a tratar la enfermedad y no a evitarla”.
Valdés agregó que si bien se trabajan programas de promoción, estos tienen “poca difusión, especialmente hoy debido a la emergencia sanitaria. Una de las mayores acciones de prevención en este momento es la campaña de vacunación del COVID-19, la que coincide en estas fechas con la vacuna de la influenza en adultos mayores”.
Salud mental
Sobre la importancia de la prevención, Valdés señaló que “también está tomando relevancia la salud mental, con algunos programas que no son suficientes para la atención de la población. También se está insistiendo mucho en la rehabilitación comunitaria, la que también se realiza poco por estar todo el personal dedicado a la asistencialidad”.
Kinesiología y pandemia
En cuanto a las enfermedades más prevalentes en el ámbito de la kinesiología, el académico señaló que “son por lejos las enfermedades respiratorias, tanto infantil (programa IRA, Infecciones Respiratoria Aguda) y adulto (Programa ERA, Enfermedad Respiratoria Aguda). Luego los accidentes cerebro vasculares y las lesiones musculo-esqueléticas”.
“En estos momentos, por la pandemia se está produciendo una gran lista de espera de todas las otras patologías no COVID, como cirugías de reemplazo de cadera y rodilla y muchas otras. El sistema sanitario chileno tendrá muchas dificultades post pandemia. Se debe agregar a todo esto los procesos de rehabilitación que habrá que generar para poder atender a los pacientes recuperados del coronavirus, los que quedan con daños respiratorios, pero mayormente musculo-esquelético”, precisó Valdés.
Prevención
Por otra parte, el director de la Escuela de Fonoaudiología, Miguel Vásquez, explicó sobre esta jornada que “la prevención es muy importante, pues de esa manera se pueden detectar de manera temprana algunas condiciones de salud que pueden ser muy complejas”.
Las afecciones más comunes en Fonoaudiología “son las dificultades en el habla, lenguaje y audición. Generalmente los asociamos con población infantil, pero no es el único grupo etario que los presenta, pero si probablemente el más conocido y relacionado con la fonoaudiología.
Pueden ser detectados en controles que se efectúan en la infancia, al ingreso a educación preescolar o al ser evaluados por algún profesional”, detalló el académico. Y agregó que “Mientas antes se detecte, antes comenzará su intervención, menor impacto tendrá en su calidad de vida e incluso, dependiendo de la condición de salud, pueda superar totalmente sus dificultades”.
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