“Hemos hecho un trabajo coherente de vinculación con Alemania”

7 Mayo 2011

Queremos mostrarle al mundo que nosotros pertenecemos a él. Con esa frase la revista Diplomatisches Magazín (Alemania) encabezó una entrevista que el rector Álvaro Rojas concedió a poco de culminar su labor como embajador de Chile en Alemania, en febrero de 2010. De ese modo, la máxima autoridad académica de nuestra Casa de Estudios resumía entonces las posibilidades de Chile para insertarse en el concierto internacional, sobre la base de su desarrollo y un sólido potencial científico y tecnológico, expresado en el historial de las relaciones que mantiene con Alemania y otras naciones desarrolladas.

A poco más de un año de aquella entrevista, Rojas regresa a Alemania. Y lo hace también como embajador, pero esta vez, de la academia. En Bonn, el rector tomará parte de la Segunda Conferencia Internacional para Futuros Líderes de Protección del Clima y Conservación de Recursos, que organiza la Fundación Alexander Von Humboldt, de la que es miembro y, a la vez, parte del Comité de Evaluación de Becas, ente encargado de seleccionar a becarios de todo el mundo, cuyos trabajos de investigación abordan el cambio climático, apoyados por esa prestigiosa institución germana.

“Lo que la fundación mide con mucha claridad, es la coherencia de la propuesta y la calidad académica. La Fundación Humboldt ve la excelencia como gran predicamento.
Toda la gente que postula ahí, es gente con doctorados y postdoctorados, que quieren profundizar en temas de cambio climático, desde el derecho, la ecología, la educación. Porque el cambio climático no es un tema de los ecólogos o de los climatólogos, es más amplio”, explica.

Como evaluador, el rector Rojas revisará cuatro ponencias, de un total de nueve que le fueron asignadas durante el proceso de preselección, a principios de este año. Se trata de trabajos de excelencia académica, respaldados por la fundación, por su alto impacto. Entre ellos, destacan novedosas propuestas que ratifican el carácter interdisciplinario con que se enfrenta el tema desde el ámbito científico, en la actualidad.

“Hay abogados, por ejemplo, que trabajan en el tema de selva tropical, interesados en conocer los impactos jurídicos constitucionales en la defensa del bosque nativo.

Ecólogos del Amazona proponen ver cómo su perspectiva científica puede verse mejorada, a través de estas becas. La fundación mide la coherencia de la formación con la propuesta de trabajo y cómo (el candidato) la defiende”, señala.

“Reconocimiento a la Universidad”

Su membresía en Humboldt es, sin duda, el reconocimiento a una trayectoria que se inició hace ya varios años, cuando fue becario posdoctoral de la entidad, entre 1989 y 1990. Dato no menor, dado el enorme prestigio académico de una fundación donde participan investigadores, académicos y figuras de la ciencia, que se alzan como referentes en sus respectivos países.

Pero ese capital cultural si bien le pertenece, es claramente endosable a la Universidad de Talca. Así lo estima el propio rector, basado en el vínculo de larga data con Alemania y con la propia fundación, que se ha traducido en una visibilidad de nuestra Casa de Estudios en esa nación europea y, por sobre todo, en una relación permanente, sostenida y de calidad académica de alto nivel. “En el medio científico alemán la Universidad de Talca es fuertemente conocida, porque tenemos muy buenos científicos vinculados a Alemania. Y porque es una universidad que ha sabido cultivar una relación con ese país en diferentes ámbitos”, sostiene.

Pruebas concretas de esos lazos, son los programas de postgrado y de intercambio académico que la UTALCA mantiene con diferentes universidades germanas, como por ejemplo, el de Ingeniería, que permite a muchos de nuestros estudiantes viajar a Alemania, a cursar un año de estudios en esa área.

“Somos una universidad que ha hecho un trabajo coherente y consistente de vinculación con Alemania, desde hace ya más de 15 o 16 años. También he sido consultor en Humboldt de las iniciativas de excelencia del DAAD, destinadas a elegir redes de universidades que hacen programas de excelencia en lo que son los objetivos de desarrollo del milenio, que buscan alinear a la ciencia en torno a ellos”, resume.

“La ciencia ha puesto la evidencia”

¿Cuando se habla de cambio climático, queda la sensación de que pese a todo lo que se ha hecho y queda por hacer, desde el mundo de la ciencia, finalmente termina siendo un mero “saludo a la bandera”, pues es desoído por gobiernos y organismos internacionales?.

Lo que pasa es que la academia, el mundo científico ha puesto las evidencias objetivas respecto del cambio climático al mundo político. La academia ha ido ilustrando al mundo los riesgos, lo que significa, los efectos en zonas que se están haciendo cada día más áridas, etc. Es decir, tenemos la evidencia científica y lo que falta ahora es la sensibilización de la política.

Hoy existen agendas de sustitución de energías no renovables. Chile también tiene en agenda una mayor sustitución de combustibles fósiles por energías renovables.

Es decir, hay un cambio importante. Pero es un proceso que, si uno lo mira desde el punto de vista del consultor, es una gran innovación cultural y éstas tienen diferentes etapas.

Yo diría que estamos en la etapa de toma de conciencia. Aquí se ve desarrollo económico y sensibilidad política. Pero, en general, uno puede decir que el nivel de la discusión mundial es mucho más amplio. Es un tema presente en todos los foros, en todas las iniciativas globales que se impulsan. Los dos grados de temperatura que ya están surtiendo sus efectos en algunas zonas. Cada día hay más población vulnerable al cambio climático.

El número de damnificados por desastres naturales es cada vez mayor, una estadística que es brutal. Todos efectos derechamente atribuibles al cambio climático. Frente a eso, yo diría que hay una mayor conciencia de la política.

¿Y se mira con optimismo desde instancias como la fundación Humboldt?

Hay un moderado optimismo y es porque está en la agenda de los ciudadanos. Porque hay mucho esfuerzo: hay un día sin auto, el día de la bicicleta, el día que se apagan las luces. Es decir, la comunidad ha tomado la iniciativa. Se están armando muchos grupos, muchos organismos no gubernamentales. Los medios de comunicación también juegan un rol fundamental y están permanentemente sensibilizando respecto del tema y, en general, se maneja bastante información. Chile es un país de mediano desarrollo, con baja densidad demográfica, pero no obstante ello, hay cada día más sensibilidad.

En Santiago se aprecia con más elocuencia el cambio climático, o la sensibilidad a ese cambio. Son pequeños elementos que se le entregan a la cultura ciudadana, en su Ethos más profundo. Yo diría que, progresivamente, en ciudades intermedias como Talca, su gente entiende que se está transformando en invivible en el invierno por el excesivo uso de leña para la calefacción doméstica.

¿En esas evaluaciones que usted debe realizar esta semana en Bonn, naturalmente que se recogen esas consideraciones y no sólo aspectos de orden técnico?

Sin duda. Ahora, lo interesante de estos temas es que a él convergen todas las disciplinas. No hay disciplina que no tenga alguna vinculación con el cambio climático.

Esa interdisciplinariedad, uno la echa de menos en otros países y, también, se puede extrañar en la universidad. Esto es, resolver cómo buscar temas globales para nuclear a nuestros investigadores para hacer aportes sustantivos en torno a la idea.

Nosotros estamos implementando, a través de la Vicerrectoría Académica un programa de investigación de excelencia interdisciplinaria, donde estos temas deben ser invitados a la búsqueda de una propuesta de la Universidad de Talca, desde la disciplinas, sobre cambio climático, tercera edad, morbilidad infantil u obesidad, que son temas que afectan la calidad de vida de las personas, y que pueden y deben ser temas de convergencia de muchas disciplinas.

Compartir
keyboard_arrow_up