Investigación de la Universidad se extiende ahora a la Antártica

21 Diciembre 2015

En el continente antártico, la Universidad de Talca comenzó a realizar investigación científica, en temáticas de ciencia básica y aplicada que puedan dar soluciones a problemas de la agricultura de la zona maulina y generar nuevo conocimiento en el área ambiental.

Un proyecto de cooperación internacional con el Reino Unido y otras cinco iniciativas en marcha harán posible la formación de un cluster de investigación en ciencia antártica, bajo el alero del Instituto de Ciencias Biológicas de la Casa de Estudios, según indicó el líder de este nuevo grupo de investigación, Marco Molina, avalado por su trabajo en el continente helado y en Siberia y en el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) de La Serena.

Para el desarrollo de esta nueva línea de investigación, ocho especialistas conformarán el equipo de investigadores, entre ellos doctores, postdoctorados y estudiantes de este tipo de programas de formación de avanzada, que desde marzo tendrán su sede en el Campus Talca para continur con el desarrollo de cinco proyectos, entre los cuales hay tres Fondecyt.

Respecto a la vinculación del territorio de Chile Central con la Antártica, Marcos Molina explicó que existen proyectos que investigan, por ejemplo, la obtención de hongos —cerca del polo—, con los que se pueda aumentar la eficiencia en el uso del agua. “Eso sirve a la Región del Maule ante la sequía, porque se busca aumentar la tolerancia a esta situación”, dijo y añadió que éste es un componente importante de investigación aplicada, como lo es también la generación de conocimiento que sirva para las políticas públicas ambientales.

Asimismo, destacó la realización de estudios de micro organismos capaces de controlar plagas en cultivos agrícolas, y de otros que pueden limpiar relaves mineros. Otra investigación aborda aspectos evolutivos de la flora antártica, a partir de micro refugios climáticos que hayan quedado después de la última glaciación.

El académico, quien en enero vuelve a la Antártica para permanecer un mes, precisó que uno de los cinco proyectos en marcha, con financiamiento del Instituto de Investigación Antártica (INACH), analiza la evolución del clavel antártico, Colobantyhus quitensis.
Por otra parte, uno de los proyectos Fondecyt se refiere al “rol de los hongos endófitos antárticos sobre el desempeño ecofisiológico, tolerancia ambiental y rendimiento en cultivos de lechugas”. Otro aborda los efectos de estos hongos sobre “el desempeño ecofisiológico y respuestas bioquímicas en plantas de Deschampsia antartica bajo un escenario actual y de cambio climático global”. El tercer proyecto Fondecyt evalúa “los hongos endófitos foliares sobre la fotoprotección, desempeño fisiológico y supervivencia en plantas vasculares de la Antártica marítima”.

Además, con financiamiento CONICYT-NERC (Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural (NERC) del Reino Unido, se desarrollará el proyecto “Historia evolutiva de Colobanthus quitensis y sus microorganismos asociados: implicaciones para comprender los patrones biogeográficos presentes, adaptación al cambio ambiental e interacciones con los ciclos glaciales”.

“La adjudicación de un proyecto de cooperación internacional por nuestra Casa de Estudios, permite consolidar la formación de un Cluster de Investigación en Ciencia Antártica, el cual está apoyado por los cinco proyectos actualmente en ejecución”, precisó el investigador.

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