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Investigación determinó cómo identificar pellets de buena calidad

Seis distintas marcas de pellets para calefacción residencial se pueden comprar en la ciudad de Talca. Estas se pueden adquirir en distintos lugares de la zona como megaferreterías, en el pequeño comercio establecido y directamente a productores. Y es que las estufas que usan este tipo de combustible, se han hecho cada vez más comunes y lo que los usuarios no conocen es que requieren de ciertos cuidados para mantener su vida útil porque un pellet de mala calidad no solo puede producir mayor contaminación, sino estropear la estufa.

Investigadores del Centro Tecnológico del Álamo de la Universidad de Talca (UTALCA) realizaron una investigación para terminar los aspectos claves a la hora de elegir un pellet adecuado. Lo hicieron en el proyecto FIC-Regional, equipado con instrumental y personal capacitado para realizar este tipo de mediciones.

Ricardo Baettig, director del proyecto se refirió a las características que debe poseer esta biomasa. “En el estudio medimos diferentes cualidades reconocidas por la norma europea para identificar calidad de los pellets para consumo residencial, entre estas están el contenido de humedad que debe estar entre seis o siete por ciento de humedad. En segundo lugar, medimos el poder calorífico o cuánta energía proporciona un kilogramo de pellet, lo que debe superar un valor de 3950 kilo- calorías por kilogramo. Además, la proporción de cenizas que deja la biomasa que no debe superar el 0,7 por ciento de su masa para entrar en una categoría premium”, afirmó.

EN QUÉ FIJARSE

De acuerdo a los investigadores, los pellets que se venden en lugares establecidos como casas comerciales, ferreterías y ventas de productores, son de mejor calidad. La diferencia de precios de uno y otro no es proporcional a la calidad, por lo que se debe cotizar en distintas partes. Para conocer con exactitud los precios y lugares, en la web de la Seremi de Medio Ambiente está disponible un boletín mensual con esta información.

Como paso dos, el consumidor debe verificar la apariencia del producto. Debe ser de color miel, con una superficie de tono brillante, no opaco.

Un color distinto al señalado, por ejemplo, un tono café es señal que se pueden estar usando mezclas de materias primas, lo cual, puede generar la producción de cenizas problemáticas.

Otro indicio de mala calidad es el hecho de que la bolsa de tiene una partícula fina o polvillo, lo cual, demuestra poca resistencia al desmoronamiento o malas prácticas de transporte que implican una destrucción del producto.

Los pellets no deben tener un olor muy notorio. De tenerlo, podrían estar impregnados con alguna sustancia o tener restos de tierra o de corteza verde.

Como último paso, el consumidor debe tener en cuenta que, a la hora de la combustión, la ceniza debe ser poca y no debe aglutinarse fácilmente entre sí. Los restos deben ser similares al carboncillo fino como el que entrega un pan tostado.

“La diferencia de calidad radica básicamente en la impureza de los materiales utilizados, por ejemplo en los procesos se podría mezclar la madera con otras materias primas de menor calidad o simplemente se podrían usar materias primas ensuciadas con suelo, agregándose tierra al pellet. La importancia de saber identificar pellet de buena calidad radica en aumentar la vida útil de los calefactores y en reducir las emisiones contaminantes, es por esto que también es importante efectuar la limpieza frecuente del calefactor, recolectando las cenizas ojalá diariamente” explicó Baettig.

INVESTIGACIÓN

La investigación del Centro Tecnológico arrojó que en el mercado solo existen dos marcas de pellet que son de categoría premium, es decir, cumplen con los indicadores de calidad. Estos se basan en firmeza –si al agitarlos mecánicamente se mantiene el sin molerse el 97,5% de la masa- y por la densidad a granel que debe ser de, por lo menos, 600 kilogramos por metro cúbico.

Existen otras tres marcas que están en un rango alto de calidad pero aún mejorable y una cuarta que mostró altos contenidos de cenizas luego de su combustión.