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Investigación reveló aumento en número y longevidad de adultos mayores en el Maule

El más reciente estudio emprendido por el Programa de Investigación de Excelencia Interdisciplinaria en Envejecimiento Saludable (PIEI – ES), denominado “Relación entre bienestar subjetivo y acceso a bienes en el hogar en adultos mayores chilenos”, develó cifras alarmantes respecto al significativo aumento del grupo etario y la exponencial longevidad de la población de la Región del Maule.

El trabajo desarrollado por el académico de la Facultad de Economía y Negocios (FEN), Germán Lobos, en conjunto con Berta Schnettler, Sergio Wehinger, Juliana Botelho y Soraya León, fue presentado en XXII Congreso Nacional de Geriatría y Gerontología de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile.

El estudio plantea en primera instancia que la población de adultos mayores en la Región del Maule creció en 73,4% en un lapso de 15 años (2002 – 2017), por lo cual han determinado que la tasa de crecimiento anual es de 3,7%.

La investigación no solo contempla la tercera edad (60 años en adelante), sino también añade la clasificación de cuarta edad (sobre los 80 años) y los centenarios.

“Si realizamos el paralelo con la misma tasa de crecimiento, pero de la población de 0 a 14 años esta es de -0,8% anual. Entonces la población de personas jóvenes está disminuyendo y la población de 60 años o más está creciendo muy rápido. Por tal sentido, interpretamos que si seguimos con este ritmo, en el año 2030 vamos a tener 153 adultos mayores por cada 100 jóvenes menores de 14 años. Esto es un cambio significativo en la población regional” advirtió Lobos.

Con respecto al grupo mayor de 100 años, creció en 10,6% durante el mismo periodo de estudio. Esta cifra puede impactar en términos de salud en la Región del Maule, según Lobos.

“Pienso que el tema no se ha tomado con la seriedad que amerita, porque esto implica costos crecientes en términos de salud, alimentación, redes y familia, finanzas personales y en distintos ámbitos que componen la calidad de vida del adulto mayor”, afirmó Lobos.

Adultos mayores y políticas públicas

El enfoque central de estudio, fue medir la calidad de vida de los adultos mayores y determinar cuáles son las variables predominantes que influyen en la positiva satisfacción de la vida como un componente cognitivo en el largo plazo y la felicidad de los mismos.

En este sentido, arrojó que la cantidad de bienes domésticos en el hogar, influye directamente en las positivas cifras de los indicadores de la calidad de vida. Según el Ministerio de Desarrollo Social, está estandarizado por diez elementos básicos: ducha, TV color, refrigerador, lavadora, calefont, microondas, señal de televisión por suscripción (cable o satelital), computadora, internet y vehículo.

El resultado del estudio determinó que en el Maule promedia 6,6 bienes por hogar en el caso del adulto mayor.

Por tanto, según el modelo propuesto en la investigación, incide correlativamente con la percepción que tienen los adultos mayores sobre su calidad de vida. “Este estudio demuestra que mientras más bienes hay en el hogar, mejor es la percepción de patrimonio y riquezas”, aseveró el académico de la FEN.

“Lo que estamos planteando es que los bienes domésticos son una variable que influye en la calidad de vida, es una evidencia científica que esto es así. También puede contribuir en mejorar la cobertura de salud, la salud mental, la salud física o la calidad de la alimentación. El mensaje que queremos entregar es la importancia de considerar estos indicadores subjetivos porque están en línea con lo que las personas desean para mejorar su vida”, añadió.

El académico plantea que dichos resultados son relevantes para generar futuras políticas públicas.

Asimismo, señaló que “estamos respondiendo a lo que las personas desean y no lo que necesitan. Desde el Estado todavía no hay conciencia real del explosivo envejecimiento poblacional y de los costos, o del trabajo que hay que realizar para enfrentar adecuadamente esta situación” agregó Lobos.

“Si se toma conciencia hoy del aumento significativo que tendrá la población de adultos mayores para el 2030, estaremos a tiempo para preparar el futuro escenario, trabajando intensivamente en el diseño y preparación de políticas públicas regionales adecuadas”, finalizó.