La afectividad como antídoto para curar la neurosis de la humanidad

9 Septiembre 2011

Durante una semana el psicólogo mexicano Marco Murueta visitó nuestra Universidad para colaborar en el desarrollo del enfoque clínico que implementó la Escuela de Psicología de nuestra Casa de Estudios, exponer sobre la teoría de la Psicología de la Praxis y establecer sólidos vínculos de la Escuela a nivel Latinoamericano.

La especialidad de Murueta es la psicología clínica, la que desarrolla bajo la teoría de la Psicología de la Praxis, surgida en México y que busca integrar la afectividad como componente fundamental para entender las enfermedades y sus tratamientos.

“Es una teoría más integrativa (sic). Recoge el pensamiento filosófico de la historia y el aporte de la psicología actual. Propone una visión más integral, donde el problema no sólo está dentro de la persona o en su subjetividad. Está directamente relacionado con sus formas de interactuar con el mundo, con las demás personas”, explica el académico.

Murueta agrega que bajo el enfoque de esta teoría, la patología o enfermedad psicológica de una persona debe entenderse al mismo tiempo como una enfermedad que afecta a su familia y su comunidad. “Incluso del país, y ¿por qué no? Una enfermedad del mundo. A las personas eso les afecta, en mayor o menor medida, la enfermedad psicológica de la humanidad, que podemos entender como una neurosis. Porque no hace con el mundo lo que uno más quisiera. Quiere la paz, pero no la hace. Quiere mantener bien el planeta, pero no lo está cuidando”, reflexiona.

Es el trabajo en esta área el que ha interesado a los académicos de la Escuela de Psicología de la UTALCA, quienes mantienen contacto con Murueta desde 2006, cuando fue invitado al Primer Congreso Chileno de Psicología, que se realizó en el Campus Talca. “El modelo de intervención que tiene está bastante estructurado, diseñado y consolidado. Nos interesa profundizar en la terapia que propone, cuyo eje de estudio, más allá de la conducta, es la praxis, la forma en que la gente hace las cosas”, explica Ricardo Rey, académico de Psicología.

Para Marco Murueta se trata de una forma de entender la psicología, desde el plano estrictamente científico, como el problema dentro de un contexto. “Lo que yo encontré es que la neurosis es la disociación y aislamiento de los demás. La persona que contamina, es alguien que no le importa los demás. A los demás los siente poco relevantes, pierde la capacidad de ponerse en el lugar de otro. El antídoto para salir de este ensimismamiento es a través del proceso amoroso-afectivo, que implica la capacidad de una persona de percibir como relevante lo que le pasa a los demás”, detalla.

El académico mexicano ejemplifica con dos círculos donde se agrupan las necesidades propias: en uno, y las de los demás, en otro. “Están casi separados, y la tesis es generar progresivamente una sociedad del afecto, que los logre contactar. En ella, cada persona entiende que el bienestar personal se traduce en el bienestar general. Pero no se puede lograr por decreto o sólo por medios económicos. En ello estamos trabajando los psicólogos, para que se considere el amor como un componente fundamental de la sociedad. Y que se den las condiciones para que en las personas se produzca el sentimiento amoroso, ése que se define como “sentir como propio lo que le sucede a otras personas”, agrega.

Vínculo internacional
El trabajo que Murueta realizó en la UTALCA forma parte del proyecto MECESUP ULS0601, que agrupó a siete escuelas de psicología del consorcio de Universidades Estatales, con el fin de homologar los perfiles de los profesionales egresados y generar una red de trabajo a nivel nacional.

“Conseguimos tener un espacio para discutir la formación de los psicólogos y analizar el perfil de los egresados. Esta semana nos aportó su experiencia para el desarrollo del campo clínico de la carrera, que se implementó en 2009 y se suma al campo organizacional con que fue creada originalmente”, explicó Nadia Ramos, directora de Escuela.

El proyecto MECESUP, ya finalizado, lo integraron las universidades de Tarapacá, de La Serena, de Chile, de la Frontera, de Valparaíso, de Santiago y nuestra Casa de Estudios. La red se ha mantenido viva y este año sumó dos instituciones, las universidades del Biobío y de Magallanes.

En la actualidad, Murueta es presidente de la Asociación Latinoamericana para la Formación y la Enseñanza de la Psicología (ALFEPSI), entidad a la que adscribió la UTALCA desde el comienzo. Antes de visitar nuestra Institución, el experto estuvo en la Universidad del Biobío, donde expuso sus investigaciones y estableció lazos para el trabajo y comunicación con entidades extranjeras.

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