La investigación es prioridad para la industria de berries

27 Junio 2013

Chile es una potencia mundial en producción de arándanos y tiene una gran capacidad para seguir creciendo, pero uno de los mayores obstáculos es la escasez de recursos destinados a investigación y que dé sustento a la industria. En este planteamiento coincidieron los participantes del Primer Congreso Chileno de Berries, organizado por la Sociedad Chilena de Fruticultura (Sochifrut) y la Facultad de Ciencias Agrarias de nuestra Corporación.

Las casi 200 personas, entre investigadores, profesionales y productores, se reunieron en el Centro de Eventos Lircay de Talca para conocer e intercambiar conocimientos respecto a la industria del berry. Una de sus características es la fuerte expansión experimentada en los últimos 20 años, en respuesta a una demanda basada en los beneficios que estos frutos otorgan a la salud humana.

Por parte de la Universidad, hicieron sus aportes a este congreso como expositores, Jorge Retamales, Gustavo Lobos, Claudia Moggia, Carlos Mena, Germán Lobos, Roberto Jara , Carlos Bustos y Samuel Ortega.

Al inaugurar el encuentro, el rector Álvaro Rojas destacó el crecimiento de la producción interna y de la exportación, principalmente de arándanos, frutillas y frambuesas. “En 2012, el país tuvo algo más de 30 mil hectáreas dedicadas a los berries, casi el 9 por ciento de la superficie de los frutales mayores”, dijo. Agregó que las exportaciones representaron el 72 por ciento de las ventas al exterior de frutas y hortalizas congeladas. “El sector exporta ya más de 500 millones de dólares, cifra no despreciable, y lo más relevante es la tasa de crecimiento anual sobre el 15 por ciento en los últimos 5 años”, dijo para ejemplificar que los berries se han constituido en una industria importante en el ámbito de las exportaciones del país.

“La industria del arándano chilena es líder mundial en el rubro. Sus exportaciones el año pasado bordearon los 400 millones de dólares, es decir, prácticamente un 10 por ciento de las exportaciones frutícolas chilenas”, afirmó el rector, quien también enfatizó el valor agregado que tiene la fruta fresca.

No obstante el desarrollo alcanzado por la industria de berries, observó que ésta enfrenta dificultades y alertó sobre la falta de recursos para hacer más investigación científica de acuerdo a las necesidades del sector. En ese sentido, valoró la cercanía e interacción entre los investigadores y la industria “para poder resolver problemas específicos que pueden afectar eventualmente el desarrollo del rubro en el mediano plazo”, y contribuir a que Chile sea una potencia agroalimentaria.

Investigación

Hernán Paillán, decano de la Facultad de Ciencias Agrarias —unidad que se encuentra cumpliendo 25 años— resaltó el proceso de investigación en frutilla nativa chilena que aquí se desarrolla, como también los trabajos en arándanos y frambuesas. Además, mencionó el estudio del maqui “que esperamos tenga una potencialidad importante, tanto para la industria de alimentos como fruto nativo la industria de farmacéutica”.

“Los berries han sido usados por los pueblos originarios por siglos y han sido parte de su dieta. En consecuencia, lo que estamos haciendo es dar valor a algo que tenemos y que no necesitamos importar ni adaptar a las condiciones locales. Sí, necesitamos hacer investigación”, remarcó. En esa línea hizo notar que se requiere de un cambio en las políticas públicas de investigación e innovación que consideren plazos mayores a tres o cuatro años para el desarrollo de proyectos como el mejoramiento de variedades. “En cada proyecto que no tiene un horizonte mayor, los resultados quedan truncos y los esfuerzos que se hacen no llevan a lo esperado”, precisó.

En la misma dirección, el académico Peter Caligari, miembro de la comisión organizadora de este congreso, afirmó que un plazo apropiado para una investigación supera los 10 años. “Nosotros empezamos en 2004 a trabajar en la frutilla chilena y continuamos en eso, sin pausas”, expresó. A la vez, explicó que en el caso de la fruta en fresco es muy importante investigar en aspectos como post cosecha.

En tanto, el presidente de Sochifrut, Richard Bastías, planteó la necesidad de generar una estrategia nacional de innovación para la industria. “Chile debe dar un salto importante en materia de investigación e innovación para mantener la competitividad de su industria”, dijo, junto con lamentar que solo se invierta el 0,6 por ciento del PIB en investigación y desarrollo, muy por debajo de los países de la OCDE. Declaró asimismo que se requiere de un cambio de paradigma en cuanto a innovación, con visiones de más largo plazo.

Antioxidantes

En la charla inaugural, el presidente del Congreso, Jorge Retamales, dictó una conferencia sobre la situación de los berries en Chile, que centró en la presencia y desarrollo del arándano, la frutilla —la de origen chileno y la comercial— y la frambuesa.

Respecto a las propiedades de los berries, sostuvo que su popularidad se basa en sus beneficios para la salud, derivados de los antioxidantes que contienen, como es el caso del arándano. Ese tipo de propiedades se investigan ahora en otros berries como el calafate y la murta o murtilla, además del maqui. “La fruta fresca tiene mayor concentración de antioxidantes que la procesada.

Por eso las personas prefieren el consumo en fresco y Chile tiene un espacio en el mercado mundial porque es el principal exportador internacional de contra estación. Nuestro principal mercado de arándanos es Estados Unidos que necesita completar su demanda desde octubre a marzo”, argumentó.

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